viernes, 6 de abril de 2018

Una trabajadora etíope nueva víctima de la “kafala” en Líbano

Lensa Lelisa Tufa con su tía en el hospital

Lensa Lelisa Tufa, una empleada doméstica de 21 años y origen etíope, se rompió las dos piernas el pasado 11 de marzo de 2018 al saltar desde un segundo piso en el intento de huir de la familia con la que vivía en Beirut, la capital libanesa, según denuncia el periodista Hassan Chamoun en el digital Global Voices en su edición francesa.

Lensa Leila Tufa es una víctima más de la “kafala”, o sistema de apadrinamiento, al que está sometida una legión de trabajadores  domésticos inmigrantes en Líbano, obligados a vivir  y trabajar en condiciones realmente penosas bajo ese régimen, en vigor en distintos países árabes y de Oriente próximo, que no es otra cosa que un sistema de control, una manera de que los estados deleguen la supervisión y responsabilidad de los migrantes en manos de ciudadanos y compañías privadas, los “padrinos”, que disponen de competencias jurídicas para controlarles: sin su permiso no pueden cambiar de trabajo ni intentar abandonar el país, entre otras cosas, porque pueden privarles del visado de residencia convirtiéndoles en el acto en personas ilegales, que irán a parar a la cárcel y finalmente serán expulsadas a la fuerza.

Lensa Lelisa Tufa se había puesto de acuerdo con un compañera para huir de la casa de sus patronos el pasado 11 de marzo. En el último momento, la otra joven se echó atrás y Lensa fue la única que saltó desde el balcón. En el hospital, y ayudada por su tía Ganeth, grabó un vídeo de 5 minutos, en lengua amarica y subtitulado en inglés, que el 26  de marzo apareció en la página de Facebook de “This is Lebanon” (Es Líbano), un colectivo que se dedica a contar los abusos que sufren los empleados domésticos en el país.

En el vídeo, Lensa cuenta: “…me maltrataron desde el primer momento (…) me torturaban y yo no podía hacer nada para escapar. Todos los días me pegaban con un cable eléctrico, me arrastraban por el pelo, golpeaban mi cabeza contra la pared, me apretaban sobre los ojos con los dedos (…) Eran cuatro personas las que nos maltrataban… ».

Esas personas que torturaban a Lensa poseen una empresa de alta costura llamada « Eleanor Couture » en Jdeideh, al norte del Gran Beirut, frente a la cual se manifestaron cerca de cuarenta activistas  del colectivo de “This is Lebanon”. Según la periodista libanesa Anne-Marie El Hage, que ha seguido el caso en el diario francófono “L’Orient Le Jour”, al principio no dejaban que la tía visitara a Lensa en el hospital, solo la presión de las redes sociales lo consiguió tras pasar varios días.

En numerosas ocasiones, los trabajadores domésticos inmigrantes han pedido la abolición de la “kafala” en Líbano y la ratificación de la convención 189 de la Organización Mundial del trabajo, que define el respeto de los derechos humanos en los trabajadores domésticos.

Siempre según Global Voices, que cita estadísticas de la Agencia de Inteligencia libanesa conseguidas por la Agencia Humanitaria de Análisis e Información (IRIN), cada semana mueren en Líbano dos trabajadores domésticos inmigrantes.



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