jueves, 19 de abril de 2018

Cannes 2018: El realizador ruso Kirill Serebrennikov no asistirá por encontrarse en arresto domiciliario

Kirill Serebrenniko
El realizador ruso  Kirill Serebrenniko, cuya película "Leto" ("El verano") concurre por la Palma de Oro del festival de Cannes 2018, no podrá asistir al certamen porque un tribunal ruso ha prolongado, el 19 de abril de 2018, su arresto domiciliario hasta 19 de julio de este año, según el digital francés Culturebox que cita la agencia pública rusa Ria Novosti

Kirill Serebrennikov, de 47 años, director artístico del Centro Gogol, un reputado teatro moscovita independiente, debía presentar la película « Leto », que participa en la liza por el máximo galardón, la Palma de Oro que se entregará el próximo 19 de mayo. 

El director  está acusado de desvío de fondos públicos por valor de cera de un millón de euros –lo que el propio Serebrennikov  ha calificado de absurdo- y se encuentra en residencia vigilada desde agosto pasado, en espera de juicio. Sus obras, que abordan temas políticos, religiosos y sexuales, han sido criticadas tanto por los ortodoxos fundamentalistas como  por las autoridades rusas

Escenógrafo de reconocido prestigio en toda Europa y realizador de películas  («Playing the victim », « Betrayal », « El discípulo »)  que han participado en los festivales de Cannes y Venecia, fue detenido en la noche del 21 al 22 de agosto de 2017  en pleno rodaje de “Summer”, su próxima película,  en San Petersburgo,  y cuando tenía que acudir a la localidad alemana de Stuttgart a montar una ópera. En noviembre, la justicia embargó todos sus bienes.  

«Sin oponerse abiertamente al presidente Vladimir Putin –asegura la información de Culturebox- muchas veces ha criticado las crecientes presiones sobre la creación artística, motivadas por la defensa de valores conservadores ».  

“Serebrennikov -escriben en el digital colombiano eltiempo.com- ha sido siempre una piedra en el zapato del ámbito cultural ruso”. Meses antes de su detención,  durante su aplaudida participación en el pasado Festival de Cannes con “El discípulo”, historia de un estudiante que usa los principios religiosos para manipular a quienes le rodean, Kirill Serebrennikov, budista practicante,  respondió sin tapujos algunas preguntas sobre el tema: “En Rusia, la religión está en todas partes, lo mismo que en Estados Unidos los predicadores han tomado el control de la televisión. La religión se ha convertido en una segunda ideología oficial y controla la mente de todo el mundo. Es un dogma confuso, que difunde el oscurantismo. Los rusos prefieren tener un líder a quien seguir, en vez de pensar por ellos mismos. Aunque la Iglesia está separada del Estado, las creencias ortodoxas influyen en todos los niveles de la sociedad: el ejército, las instituciones, la cultura y, especialmente, la educación. Dicta qué es bueno o malo y sigue la ideología oficial”.

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