“Un tour-operador de la diversidad sociológica que permite a l cineasta
trazar el retrato complejo y diversificado de un enclave
comunitario (Nazaret), dividido entre pasado y modernidad, arraigo
cultural y deseo de exilio » (Xavier
Leherpeur)
"Invitación
de boda (Wajib)", es un drama intimista que indaga la
difícil relación entre un padre y un hijo, entre lo que significa ser
palestino en tu tierra o en el extranjero, entre dos maneras de enfrentarse a
la vida, una pragmática y otra idealista, a través de una road movie urbana,
inteligente, conmovedora y divertida, dirigida por la palestina Annemarie Jacir
(“La sal de este mar”).
Los dos protagonistas, Mohammad Bakri y Saleh Bakri (padre e
hijo también en la vida real) recibieron el premio ex aequo como Mejores Actores en
el Festival Internacional de
Cine de Dubai 2017.
Abu Shadi, palestino cristiano, divorciado de 65 años y profesor
en Nazareth, no ha abandonado nunca la ciudad y está preparando la boda de su
hija, y preparándose también para cuando tenga que vivir solo. Shadi, su hijo, arquitecto
que lleva años viviendo en Roma, ciudad a la que llegó exiliado tras un intenso
activismo juvenil, regresa para ayudarle
a repartir las invitaciones a la boda que, siguiendo la costumbre palestina del
“wajib”, se llevan en mano a los domicilios; se considera una falta de respeto
no entregarlas en persona. Mientras se suceden las visitas a los parientes y
amigos, van apareciendo las tensiones existentes entre ambos y sus diferentes
maneras de ver la vida.
En su tercer largometraje, la
realizadora Annemarie Jacir continúa con su tónica de presentar la vida
cotidiana de su pueblo con gran sensibilidad, con personajes que son mujeres y
hombres de carne y hueso. El dúo formado por los personajes Abu Shadi y Shadi llama a distintas puertas y
charla con parientes, cercanos y no tanto, y con vecinos y amigos, acerca de la
ceremonia que se anuncia y también de sus respectivas vidas, todo un muestrario
de la realidad palestina de Nazaret – una singularidad geopolítica donde se
concentra la mayoría de los llamados “palestinos invisibles”, árabes que viven
en Israel con derechos limitados- que adorna en rojo y verde, como vemos en
algunos interiores, las fiestas navideñas que se acercan. Toda una panoplia
también de afectos y sentimientos encontrados, y algunos arreglos de cuentas
pendientes.
Con pocas excepciones, los invitados a
la boda se interesan por la vida de Shadi, en el extranjero, y no son pocos los
que intentan presionarle para regrese a vivir con su padre, que se va a quedar solo. Entre una
visita y otra, y en el interior del viejo Volvo familiar, padre e hijo dirimen
sus diferencias y sellan un pacto de no agresión con un cigarrillo final. Los dos actores Bakri, igualmente padre e
hijo, cumplen perfectamente el cometido encomendado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario