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A los 88 años, ha fallecido en Roma el cineasta Vittorio Taviani quien,
con su hermano Paolo, ha firmado algunas de las grandes películas del cine
italiano de los últimos cincuenta años. Los hermanos Taviani realizaron juntos
una quincena de largometrajes, el más famoso de los cuales, « Padre Padrone »,
recibió la Palma de Oro del Festival de Cannes en 1977.
Nacido
en 1929 en San Minito, en la Toscana, Vittorio era dos años mayor que su hermano Paolo, con el
que formó un dúo excepcional en la historia del cine, fuertemente inspirado por
el maestro del neorrealismo Roberto Rosselini . Su cine, siempre social y con fuerte
acento literario, mezcla historia, poesía y psicoanálisis.
"No vemos como podríamos
trabajar el uno sin el otro… Mientras
que, misteriosamente, seamos capaces de respirar al mismo ritmo, haremos
películas juntos », dijeron los hermanos Taviani en una rueda de presa, en
Cannes, en 1977. “Somos como el café con leche. Imposible
decir dónde termina el café y donde empieza la leche ».
Tras estudiar arte en la Universidad
de Pisa, los hermanos Taviani decidieron dedicarse a hacer cine después de ver “Paisa”,
el magistral drama neorrealista de Rosselini que narra seis historias –realizadas
con actores no profesionales- ambientadas en la última parte de la Segunda
Guerra mundial, desde la invasión aliada en julio de 1943 hasta el invierno de
1944, en un crescendo dramático hasta el final cuando una voz en off anuncia
sin efectismo que la guerra ha terminado.
Después de realizar siete documentales
–el primero, “Sani Miniato, luglio 1944” sobre la masacre de los habitantes de
su pueblo por los nazis, prohibido por la censura en 1955- los Taviani hicieron
su primer película de ficción en 1962, con el título “Un hombre para quemar”,
sobre un sindicalista campesino –Gian Maria Volonté- en lucha contra la mafia
en Sicilia. Después siguieron dos
decenas de títulos sobre la realidad italiana de ayer y de hoy: el divorcio en “Los
fuera de la ley del matrimonio”, los acontecimientos de 1968 en “Bajo el signo
del Escorpión”; “Allosanfan”, una evocación de la Italia postnapoleónica, “Las
afinidades electivas”, adaptación de Goethe, y “Padre Padrone”, que cuenta la
cruda existencia de un niño sardo educado por un pastor. El tema de la infancia
volvieron a retomarlo en ”La noche de San Lorenzo”, Gran Premio del jurado de
Cannes en 1982, su mejor película según muchos críticos europeos.
“Good morning, Babylon”, sátira sobre
la industria de Hollywood, fue rodada en Estados Unidos. Para “Kaos”, una obra
surrealista en dos entregas, denuncia del fascismo y la mafia, adaptaron varios cuentos de Pirandello, autor al que
siempre han admirado. En 2001, durante el G8 de Génova, rodaron junto con
Gilles Pontecorvo el documental “Otro mundo es posible”, denunciando los
efectos devastadores de la globalización. En 2012 se adentraron en el universo
carcelario con “César debe morir”, ensayo de una obra de Shakespeare en la cárcel
romana de Rebibbia, que mereció el Oso de Oro en el festival de Berlín. “Nunca
se capitula –decían entonces- Se dice que con la vejez uno se vuelve tolerante.
Es falso. Nosotros seguimos teniendo el mismo espíritu de rebelión”.
Por primer vez, en 2017, Paolo
Taviani ha realizado una película sin su hermano: “Un asunto personal”, historia
de amor sobre el fondo de la Resistencia en el Piamonte en 1943.
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