Los últimos años
del artista: Afterimage” (“Powidoki”), es la última
película dirigida por el maestro polaco Andrzej Wajda , realizador de
fama mundial y conciencia nacional, fallecido el 9 de octubre de 2016 en
Varsovia, a los 90 años.
Impresionante testamento cinematográfico de
un hombre singular, que deja un legado de medio centenar de
películas, que ganó un Oscar honorífico por toda la carrera en el año 2000 y el
Oso de Oro honorífico, por el mismo motivo, en Berlín en 2006, que dirigió una epopeya social tan
impactante como “La tierra de la gran promesa” y logró una Palma de Oro en
Cannes con “El hombre de hierro”.
Terminada pocos meses antes de su
fallecimiento, “Los últimos años del artista: Aftermimage”, que es un homenaje
al pintor predilecto de Wajda, nos
cuenta el final de la historia del artista de vanguardia Wladyslaw Strzeminski ((1893-1952), autor de la
teoría artística del unismo, supuesto que explicó en el libro Unizm w malarstwie (Unismo en la pontura), publicado en
Varsovia en 1925: el arte como creación de la unidad de formas cuya organicidad
es paralela a la de la naturaleza”. El unismo elimina cualquier valor no
plástico de la obra, que no debe ser ni evocativa, ni emotiva, ni simbólica, y
alcanzar una cierta “pureza”.
Protagonizada por la estrella del cine
polaco Boguslaw Linda (“El hombre
de hierro”, “Dantón”, “La batalla de Varsovia, 1920), esta película es
el biopic de un personaje que se rebeló ante los ucases del gobierno
estalinista, y contra sus propias limitaciones físicas, para seguir poniendo en
práctica sus ideas progresistas sobre el arte. Strzemiński, había perdido un brazo y una pierna en la Primera
Guerra mundial, luchando en el ejército del Zar.
En 1948, cuando Stalin invade y gobierna
Polonia, el famoso pintor Wladislaw Strzeminski se niega a comprometer su arte
con las doctrinas del realismo social. Perseguido, expulsado de su puesto en la
universidad y borrado de los muros de
los museos, con ayuda de algunos de sus estudiantes comienza a luchar contra el
Partido y se convierte en el símbolo de la resistencia artística frente a la
tiranía intelectual. Un hombre al que sus opciones artísticas le llevaron a
pasar por momentos dramáticos.
Es una película sobre el arte y su
relación con la política, con la manera en que los regímenes comunistas
intentaban destruir a los artistas rebeldes a la imposición del realismo
socialista. Contada desde una doble perspectiva, comienza cuando Strzeminski
está a punto de quedarse sin su casa-taller cuando un equipo de obreros instala
en la fachada del edificio un gigantesco cartel con la imagen de Stalin que,
impresa sobre tela roja tapa completamente la luz del taller y llena la
vivienda de una luz sangrienta, lo que le imposibilita seguir trabajando. El
gesto autoritario del régimen estalinista es una agresión, una condena de las
ideas del pintor que reacciona rasgando la tela del retrato.
Como Strzeminski no acepta el programa impuesto a los artistas y
profesores de arte le despiden de la Escuela Superior de Artes Plásticas de
Lodz (en la que había estudiado el propio Wajda antes de dedicarse al cine), y
le expulsan de la Asociación de Artistas. Sin medios para subsistir, sin dinero
ni cupones de racionamiento, Strzeminski se encuentra en la miseria,
minusválido y gravemente enfermo, hasta su muerte ocurrida “por humillación” en
1952, a los 59 años, un año antes de la desaparición de Stalin.
Wajda llevaba veinte años dándole
vueltas a la idea de hacer una película sobre su pintor favorito. Sus biógrafos
dicen que inicialmente pensó en contar la vida de pareja del pintor y la
escultora constructivista Katarzyna Kobro, una de las mujeres artistas más
famosas del siglo XX en Polonia. Pero al parecer fue una relación
extremadamente complicada y finalmente se decidió por ofrecernos aspectos de la
relación con su hija Nika (Bronislawa Zamachowska), quien se convirtió en una famosa
psiquiatra y pudo asistir en 1990 a la rehabilitación de sus padres, y con el
famoso poeta Julian Przybos, así como
hacer un relato de la lucha llevada a cabo por el grupo de fieles estudiantes
que defendieron a Strzeminski.
Strzemiński y su mujer, la
escultora Katarzyna Kobro, dirigieron
las vanguardias artísticas del país. Rusos ambos, relacionados en los años 1920 con la revista Blok, de la que se publicaron nueve
números, creada por un grupo de artistas miembros de la intelligentsia de izquierda, que se identificaban con el cubismo,
el constructivismo . Cuando el grupo se disolvióAfter
the group splintered,
Strzemiński, who was a polemicist as well as a teacher, and Kobro relocated to
Lodz and formed a new group, ar (Revolutionary Artists), and their own
movement, Unism., Strzemińskiy Kobro se instalaron en Lodz y formaron el nuevo grupo de Artistas
Revolucionarios. También fundaron el segundo Museo de Arte Moderno de Europa,
el Muzeum Sztuki, el que en 1945 donaron
todo su trabajo.
La crítica progresista internacional
ha interpretado “Los últimos años del artista: Afterimage” como una alegoría de
la Polonia contemporánea, gobernada desde 2015 por el partido de la Ley y la
Justicia, de extrema derecha; y también como una declaración de principios del
propio Wajda sobre su propia situación de cineasta en la Polonia comunista,
de la “resistencia incondicional de un
cineasta que sabía exactamente cuantos subterfugios eran necesarios para
permanecer activo en un sistema de producción” dirigido por el Estado. Como una
“potente metáfora final, Strzeminski encuentra un empleo para hacer maniquíes. El esfuerzo puede con él y se
asoma a la ventana, ignorando el cartel que la tapa”.
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