El actor británico Daniel Day-Lewis, el único ganador de tres Oscar, rueda su última película

Al menos es lo que ha dicho el 20 de junio de 2017 su portavoz, aunque sin precisar los motivos que le llevan a cortar una brillante carrera a los 60 años. Deja una brillante filmografía de veinte títulos elegidos cuidadosamente en los últimos treinta y cinco años.

Famoso a partir de su interpretación magistral de «En el nombre del padre», el actor que tiene las nacionalidades británica e irlandesa, consiguió su primer Oscar por el papel de «My Left Foot» (Mi pie izquierdo), dirigida en 1989 por Jim Sheridan. El segundo le llegó en 2007 por la interpretación de un magnate del petróleo sin escrúpulos en los comienzos del siglo XX, en la película “There Will Be Blood”, de Paul Thomas Andersen. Y el tercero cuando, en la película “Lincoln” de Steven Spielberg, hizo una convincente versión del presidente estadounidense Abraham Lincoln.

Considerado uno de los mejores actores de su generación, Daniel Day-Lewis -casado desde hace veinte años con la realizadora Rebecca Miller, hija del genial dramaturgo Arthur Miller, que le dirigió en 2005 en “La balada de Jack y Rose”-es partidario de que el actor se meta totalmente en los personajes, cambiando incluso el tono de la voz, y reconocido por la meticulosidad con que ha interpretado siempre sus papeles. El último que ha hecho, “Phantom Thread”, dirigido de nuevo por Paul Thomas Andersen y cuyo estreno está previsto para finales de 2017, es el de un modisto de alta costura en la sociedad londinense de los años 1950.

“Habitación con vistas”,” La insostenible levedad del ser”,” El último de los mohicanos”,” La edad de la inocencia”,” En el nombre del padre”,” Gangs of New Yok”… Son muchas las películas de Day-Lewis que pasarán a la historia del séptimo arte.

Hijo de un célebre poeta británico, Cecil Day-Lewis, empezó en los escenarios en los años 1970 antes de dirigir sus pasos hacia el cine, donde debutó en 1985 con un segundo papel en “Mi hermosa lavandería”. En los años 1990 se alejó temporalmente de los escenarios para trabajar como aprendiz de zapatero en Florencia: «Fuera de los rodajes, tengo una vida en la que siento la misma curiosidad por las cosas que cuando estoy en el plató -dijo en una entrevista publicada en The Observer en 2008- Mi alejamiento del trabajo del cine fue muy positivo. Estoy seguro que de que también me ha servido posteriormente para mis interpretaciones”.