jueves, 19 de marzo de 2015

Cuba tiene por fin una red wifi pública



Kcho en una de sus instalaciones
“Dos semanas después de establecer la primera línea telefónica directa entre Cuba y Estados Unidos, la operadora Etecsa ha autorizado la puesta en marcha de la primera red en la isla de internet gratuita y pública». Etecsa, operador propiedad del gobierno cubano, acaba de autorizar la instalación de la primera red de wifi, pública y gratuita, en el centro cultural, abierto en La Habana en enero de 2015, del artista y político Kcho –dibujante, pintor, escultor, autor de instalaciones, primer cubano autorizado a disponer de Internet sin cable-, informa Emilie Brouse en el digital francés Rue 89, recogiendo una información publicada por el diario Libération.

Kcho tendrá que pagar 900 dólares mensuales por una velocidad muy baja, de 2Mbps. La contraseña para el acceso es un antiguo slogan revolucionario: “Aquí nadie capitula”.

Kcho (también K’cho), Alexis Leyva Machado, nació en 1970 en Nueva Gerona, Isla de la Juventud y se dio a conocer en la 5ª Bienal de La Habana (1994) con la instalación “Regata”. Desde entonces, ha expuesto sus trabajos en el Museo de Arte Contemporáneo de Montreal, Museo de Arte Contemporáneo de Los Angeles, Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid, etc. Sus obras están realizadas con materiales diversos, casi todas incluyen objetos relacionados con el mar, y su tema prioritario es la migración. Como político, Alexis Leyva Machado es diputado por la Isla de la Juventud desde 2003.

Desde 2008, los cubanos pueden comprar ordenadores personales y disponer de una conexión lenta, limitada y censurada, aunque solo disfruta de ella el 5% de la población, principalmente extranjeros, médicos y periodistas, debido al elevado precio de la conexión. En los cibercafés, el precio de la hora de conexión es de 4,5 dólares, lo que representa la cuarta parte de un salario mensual medio; por eso, muchos cubanos se las ingenian para acceder a Internet por otros medios, por ejemplo compartiendo ilegalmente los abonos a la Red. “La censura digital hace que no se puede acceder a muchas páginas, en su mayoría estadounidenses, como YouTube, aunque con el deshielo de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba podrían desaparecer al menos parte de las restricciones. Empresas como Google o Apple esperan autorización para implantarse en el territorio. La isla dispone ya del servicio de vídeo para abonados, Netflix, pero debido al coste (7,99 dólares al mes) existen muchas dudas acerca de su utilidad”, se lee en Libération.

Desde 2001, existe en la isla una red semiclandestina limitada (y tolerada), llamada SNet (por «Street Net»).

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