Según
una investigación del semanario L’Obs (anteriormente Le Nouvel Observateur),
que recoge en el digital Rue 89 su fundador Pierre Haski (durante muchos años
corresponsal del diario Libération en China), en las afueras de París existe un
centro secreto chino de escuchas por satélite, desde el que se estaría espiando
una parte de las comunicaciones entre Europa, Africa y Oriente Medio. El autor
de la información se pregunta por qué las autoridades francesas lo permiten.
Siempre
según el semanario, el centro de espionaje estaría ubicado en un discreto anexo
de la Embajada de China en Francia, unas dependencias lejanas ocupadas por la
diplomacia china desde hace más de 40 años en una tranquila calle de Chevilly-Larue,
en las afueras del sur de París, por lo que se trata de un territorio
inviolable, según los convenios internacionales, en el que no puede entrar la
policía. El recinto de algo más de una hectárea cuenta con campo de tenis,
aparcamiento y dos inmuebles de tres plantas rematadas con “tres inmensas
antenas parabólicas”, la última de las cuales, de más de 5 metros de altura, es
totalmente nueva”. Según Vincent Jauvert, el reportero que ha escrito la
información de L’Obs, “en la entrada hay cámaras de vigilancia pero ninguna
placa. El timbre no funciona y en el número de teléfono que figura en la guía
nunca responde nadie”. Nueva pregunta del autor: ¿para qué sirve este extraño
anexo?
Según
los “servicios” franceses, dice el texto (se supone que serán los servicios
secretos o de inteligencia del Estado, que serían los únicos capaces de
responder sobre la instalación) se trata de una dependencia que desde hace poco
alberga un centro secreto de escuchas por satélite. Y según lo que se define
como “una fuente fiable”, el centro depende del equivalente de la NSA
estadounidense, el APL-3, lo que significa Tercer departamento del estado mayor
del Ejército Popular de Liberación chino. Para un especialista consultado por
el semanario, probablemente dos de las antenas sirven para escuchar y la
tercera para transmitir a China las escuchas.
La
señora Li, agregada de prensa de la representación china en París, ha dicho que
el anexo de la embajada es un "servicio logístico” y “las antenas sirven
para las comunicaciones”. O sea, nada.
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