domingo, 28 de diciembre de 2014

Frío en Julio, un thriller ejemplar



Basada en el best-seller internacional Cold in July, de Joe R. Landsdale, Frío en Julio es un raro y excelente thriller muy bien contado, brutal y magnífico, en el que se cuenta una historia que comienza como una venganza y a medida que avanza la narración se convierte en algo más “primitivo e inquietante”. Tras participar en 2014 en la Sección Oficial del Festival de Sundance y en la Quincena de los Realizadores del Festival de Cannes en el otoño estuvo en la competición oficial del 47 Festival Internacional de Cine Fantástico de Catalunya (antes Festival de Cine fantástico y de Terror de Sitges).

Protagonizada por un trio de excelentes actores iconoclastas, Michael C. Hall (célebre por las magníficas series de televisión Dexter y A dos metros bajo tierra), Sam Shepard (Magnolias de acero, El informe Pelícano, Mátalos suavemente, Mud) y Don Johnson (Corrupción en Miami, Django desencadenado, un mal actor en sus comienzos que ha ido mejorando a medida que cumplía años), Frío en Julio cuenta, en el mejor estilo de los thriller dramáticos de los años ochenta (aquellas películas de solo hombres, recordar a John Carpenter) la historia de un tipo corriente que, en una pequeña ciudad de Texas, una noche mata en defensa propia a un ladrón que había entrado en su casa.

Cuando el caso parece cerrado, todos en el pueblo le consideran un héroe y el sheriff de la localidad le ha felicitado por quitar de en medio a un delincuente, la historia da un vuelco con la llegada del padre del fallecido, un exconvicto con largo historial delictivo, dispuesto a vengar la muerte de un hijo, del que jamás se ocupó cuando estaba vivo, y el protagonista se ve inmerso en un mundo que desconocía, donde imperan la corrupción y la violencia. El tercero en cuestión en un detective local con acento de cowboy, amigo del protagonista desde la infancia.

Frio en Julio es una película que comienza como un canto a la familia americana de la América profunda y culmina con unos tipos a la caza del hombre hundido en el fango. La moraleja es que un instante puede cambiar completamente el curso de una vida. Áspera, violenta, muy negra, esta última película de Jim Mickle (Mulberry Street, We Are What We Are) es una historia de descenso a los infiernos bien escrita, bien contada y bien interpretada. Y con esto basta y sobra. No hay por qué pedir más.



No hay comentarios:

Publicar un comentario