viernes, 8 de agosto de 2014

Marruecos: condenado a tres años un joven torturado




En Marruecos, acaban de condenar a tres años de cárcel, por “denunciar una infracción inexistente” a Oussama Housne, un militante que había presentado una denuncia por torturas, informa Amnistía Internacional (AI) en un comunicado que lleva fecha del 1 de agosto de 2014. “Se encuentran en curso unas denuncias similares contra otros dos defensores de los derechos humanos”.

Estos casos son una consecuencia de las declaraciones que, el 11 de junio, efectuó el ministro marroquí de Justicia y Libertades, El Mustapha Ramid, en las que aseguraba la voluntad de las autoridades del país de prevenir e investigar los casos de tortura y malos tratos, aunque precisando que" la fiscalía iniciará los procedimientos judiciales necesarios en casos de denuncias de infracciones inxistentes, o de intención de atacar la reputación de personas e instituciones”, lo que para los grupos marroquíes de defensa de los derechos humanos representa un intento descarado de evitar que las víctimas de tortura lo denuncien.

"Consideramos –sigue el comunicado- que las autoridades deben propiciar un ambiente que permita que las víctimas se expresen. Inculpando a quienes denuncian propician la aparición de un sentimiento de miedo entre las víctimas de tortura y animan la impunidad de quienes la practican”.

El 23 julio de 2014, el tribunal de primera instancia de Casablanca condenó a tres años de cárcel a Oussama Housne, de 22 años, militante del Movimiento del 20 de febrero y del grupo local de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH), considerado culpable de "denunciar una infracción inexistente y denuncia calumniosa" contra unos policías. El Movimiento del 20 de febrero, aclara AI, es una agraupación de protesta pacífica que reclama mayor respeto por los derechos humanos en Marruecos, así como democracia, justicia social y que acabe la corrupción.

El joven había denunciado que el 2 de mayo, cuando se marchaba de una manifestación, tres desconocidos vestidos de civil le llevaron a un lugar desconocido donde le golpearon, le quemaron con una barra de hierro candente y le violaron con los dedos. Tres días después de los hechos, algunos compañeros del Movimiento grabaron un vídeo, en la que describí las torturas sufridas, y lo publicaron en YouTube. El vídeo fue lo que hizo que se abriera la investigación que ha terminado con la condena del torturado.

El 1 de junio, el fiscal del rey concluyó que Oussama Housne no había sido torturado, basándose en que el joven se negó a pasar un reconocimiento médico que, según su abogado, no intentaron hacerle hasta pasadas tres semanas de los hechos, cuando las lesiones físicas ya habían curado. Ese mismo día le detuvieron en su domicilio. Después, el tribunal se negó a escuchar a los testigos propuestos por la defensa.

"La ausencia de heridas físicas –dice el comunicado de AI- no prueba que no haya habido tortura o malos tratos, tampoco significa que la persona mienta cuando asegura haber sido torturada. Las marcas pueden borrarse con el tiempo y hay muchas formas de tortura y malos tratos, como la tortura psicológica y algunas formas de violencia sexual, que no provocan lesiones visibles pero en cambio dejan cicatrices psicológicas que duran mucho tiempo”. Por eso, continúa, «no basta con que las autoridades ordenen efectuar reconocimintos médicos; esos reconocimientos deben ser conformes a normas como las definidas en el protocolo de Estambul (“Manual para investigar eficazmente la tortura y otras penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes”, ONU). En caso de alegaciones de tortura, los reconocimientos médicolegales deben comprender una evaluación física y psicológica de la víctima, realizarse con su consentimiento y tener en cuenta sus declaraciones”.

El documento de AI «Marruecos: la tortura en 2014. 30 años de promesas incumplidas” se puede descargar, en francés, en http://www.amnesty.org/fr/library/info/ACT40/004/2014/fr

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