Navalny en el juicio de enero 2021
En su primera aparición en público desde que a finales
del pasado mes de marzo abandonara, por graves problemas de salud, la huelga de hambre que efectuó durante tres
semanas, el opositor ruso Alexei Navalny, de 44 años, ha aparecido en
vídeoconferencia este 29 de abril de 2021, “muy delgado y agotado”,
participando en una vista judicial , en la que ha rechazado la acusación de
haber insultado a un veterano de la Segunda Guerra mundial, y ha denunciado una
vez más el sistema judicial de su país. Navalny está condenado a dos años y
medio de cárcel por un caso de fraude de hace varios años; una condena que rechazan
tanto la Unión Europea como distintas ONG’s.
“Ayer fui a darme un baño… Había un espejo y me miré:
solo soy un horrible esqueleto”, ha dicho a los jueces en una grabación de
sonido que ha emitido la televisión independiente Dojd, según la información
del diario francés Le Monde. Sus
abogados han dicho que ha perdido 22 kilos y que pesa lo mismo que cuando tenía
12 años. Encarcelado en una colonia
penitenciaria al norte de Moscú, Navalny efectuó una huelga de hambre que
terminó al cabo de tres semanas en el hospital del centro penitenciario, tras
la detención de dos mil manifestantes que le apoyaban.
Al mismo tiempo, el pasado lunes 26
la fiscalía de Moscú declaró “extremistas” y suspendió la actividad de los “QG Navalny », cuarteles generales
de carácter regional, y el Fondo de Lucha contra la Corrupción, creado por el
opositor, a los que se ha prohibido
organizar concentraciones, participar en elecciones, publicar en Internet y
tener cuentas bancarias. Los QG, u oficinas políticas de la red de
Navalny, han anunciado este jueves 29 su
autodisolución, porque todos sus dirigentes se encuentran inmersos en casos
judiciales y es “demasiado peligroso seguir”. En un vídeo difundido en YouTube,
Leonid Volkov, una de las personas más cercanas a Navalny, ha dicho que “mantener
el trabajo de la red de Navalny es imposible porque conduciría inmediatamente a
condenas penales de quienes trabajan en las oficinas, así como los
colaboradores y las personas que les ayudan”.
Creado en 2011 por el abogado militante « y
bestia negra del Kremlin », el Fondo de Lucha contra la Corrupción (FBK)
es famoso en Rusia por sus investigaciones sobre los círculos del poder. El
último informe, publicado en enero pasado pocos días después del regreso a
Moscú y la detención de Navalny al bajar del avión que le trasladaba desde Alemania -donde permaneció cinco meses para
curarse del envenenamiento con Novitchok, un producto tóxico creado en los
laboratorios del KGB soviético durante la guerra fría , que sufrió en agosto de
2020-, acusaba al presidente Vladimir
Putin se haberse construido un palacio en el Mar Negro, información que
desmintió personalmente el propio Putin.
En cuanto a las oficinas regionales, se dedican
particularmente a organizar campañas de “voto inteligente”, consistentes en
apoyar al candidato que tenga más posibilidades de vencer al elegido por el
Kremlin, sea del partido que sea.
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