sábado, 9 de febrero de 2019

Un thriller sobre el asesinato de Sharon Tate


 
Sharon Tate
No hay aniversario sin consecuencias. Cuando apenas faltan solo unos meses para que se cumpla medio siglo de aquel día, en Estados Unidos se anuncia para abril de 2019 el estreno de la película  “The Haunting of Sharon Tate
 “, escrita y dirigida por Daniel Farrand (“Halloween 6 : La maldición de Michael Myers”, “Una chica como las demás”), que vuelve sobre la masacre del 9 de agosto de 1969 en Los Angeles, cuando los miembros de la “familia”, la secta fundada por Charles Manson, mataron salvajemente a cinco personas, entre ellas a Sharon Tate, actriz y esposa del realizador Roman Polanski, embarazada de ocho meses, interpretada por la actriz Hilary Duff (“Bloodworth”, “She Wants Me”), también productora,  informa el digital RollingStone que ya ha visto el trailer y explica que “mezclando extracto de películas e imágenes de archivo, muestra a una Sharon Tate que cae poco a poco en la paranoia mientras espera el regreso de su marido, y ve llegar su propia muerte a través de visiones tan extrañas como de dudoso gusto”.

Por cierto, que según la misma fuente, Quentin Tarantino también  saca a relucir la masacre como telón de fondo en su esperada película coral “Once Upon a Time in Hollkywood” (Erase una vez en Hollywood), que también se estrenará en los próximos meses.

Algo más de un año antes, el 20 de enero de 1968 era sábado y yo asistí, junto a una nube de informadores, a la salida del juzgado de Kensignton de Sharon Tate y Roman Polanski recién casados (Justo una semana después, de ese mismo juzgado salió la pareja formada por el actor español, Carlos Garrido, al que poco después se le escapó la vida en un viaje alucinado en un piso vacío de la madrileña calle de Serrano,  y la aspirante a cantante Angie Cat).

Sharon era una mujer preciosa casi idéntica a otros miles de bellezas altas, delgadas, rubias, de larga melena y minifalda escasa, que en aquellos días ejercían de modelos o actrices en las calles, las boutiques y los estudios londinenses. Pero Sharon Tate no era inglesa, sino estadounidense y la mayor de las tres hijas de un oficial de la Armada destinado en Dallas, que a los seis meses ganó el concurso “Miss Tiny Tot  of Dallas Pageant” (a saber lo que significaba y para qué servía) y que con su familia había vivido hasta en seis ciudades americanas y europeas diferentes, a cuenta de los traslados del militar.

Tras unos escarceos en películas estadounidenses, y cuando era novia de un peluquero de Hollywood, Sharon Tate viajó a Londres en 1966 contratada para trabajar junto a David Niven y Deborah Kerr en la película “Eye of Devil” (El ojo del diablo), de J. Lee Thompson, producida por Martin Ransohoff quien en aquel momento preparaba también la producción de “El baile de los vampiros”, una parodia de las antiguas películas de vampiros dirigida por el francés de origen polaco Roman Polanski, a quien el productor impuso que Sharon Tate interpretara el papel principal. El mismo año, la actriz rodó “Como triunfar en amor sin cansarse”, junto a Tony Curtis y Claudia Cardinale, dirigida por Alexander Mackendrick, y “El valle de las muñecas”, dirigida por Mark Robson, basada en la novela epónima de Jacqueline Susann, un record de ventas aquel año.

Casados y embarazada Sharon, la pareja Polanski  se instaló en Los Angeles -donde Roman rodaba los interiores de su primer filme americano, “Rosemary’s Baby”- en el número 10.050 de Cielo Drive, en una gran residencia de estilo normando que mandó construir en 1942 la actriz Michèle Morgan, y que anteriormente había ocupado el productor musical  Terry Melcher, hijo de Doris Day. Sharon Tate la  bautizó como “Love House” (La casa del amor).

El 9 de agosto de 1969, mientras Roman Polanski se encontraba en Londres, tres miembros de la “familia Manson” –Charles “Tex” Watson, Patricia Krenwinket y Susan Atkins- entraron en la casa para, equivocadamente y siguiendo órdenes de Charles Manson, vengarse de Terry Melcher que no había querido contratarle. Cortaron los cables del teléfono y asesinaron a la actriz y a sus amigos Jay Sebring, “el peluquero de las estrellas”, el productor Wojciech Frykowski, su novia Abigail Folger, heredera de una familia de productores de café, y un tal Steven Parent, amigo del guarda de la propiedad.

Sharon Tate, de 26 años,  y el feto de su hijo de ocho meses están enterrados en el Holy Cross Cementery de Culver, California. Chales Manson, como instigador, y los tres ejecutantes fueron condenados a muerte. En 1972, el Tribunal Supremo de California declaró inconstitucional la pena de muerte, por lo que la sentencia fue conmutada por cadena perpetua. Manson murió en la cárcel, en noviembre de 2017, a los 83 años.


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