Tras su paso por la Sección Oficial del Festival Internacional de Cine de San
Sebastián,
donde se alzó con el premio FIPRESCI de la crítica
internacional, “High
Life”, la última propuesta de la
directora francesa de culto Claire Denis (“Chocolat”, “Una mujer en Africa”, “Un sol
interior”), es una historia de ciencia
ficción, “alucinada y visceral”, que puede gustar más o menos pero que
difícilmente dejará indiferente.
Un reparto internacional encabezado por Juliette Binoche (“Un sol
interior”, “Viaje a Nara”), Robert Pattinson (“Crepúsculo”, “La ciudad
perdida”), Mia Goth (“Nymphomaniac II”, “Suspiria”) y Agata Buzek (“Las
inocentes”) escenifica la historia de un grupo de delincuentes que,
encontrándose en el corredor de la muerte, aceptaron en su día servir de
cobayas en un experimento espacial –una misión fuera del sistema solar al
agujero negro más cercano -a cambio de conservar la vida; todos fueron desapareciendo, uno tras otro,
en “una serie de acontecimientos tan desesperados como ineluctables”.
La aventura espacial se vio truncada por la actuación de una
científica, obsesionada con la procreación en un grupo amenazado por la esterilidad.
Ahora lo que queda de ellos es una nave perdida en el espacio donde sobreviven,
rodeados de los cadáveres del equipo, el astronauta Monte y su bebé Willow,
resultado de un triple intercambio de fluidos.
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