Ninguno
de sus críticos quiere dejar pasar el aniversario del primer año de Donald
Trump en la Casa Blanca sin alzar la voz y denunciar los aspectos más nefastos
del personaje. Xenofobia, machismo, racismo… y hasta mala educación, son
algunas de las « virtudes » que adornan al más controvertido de los
presidentes moderno de Estados Unidos, y que denuncian sus detractores, que no
son pocos.
Si
el mundillo de Hollywood, con Meryl Streep y Oprah
Winfrey a la cabeza, ya había manifestado públicamente
hace unos días su disgusto por tener al frente del país a un hombre del que se
avergüenzan, ahora las críticas llegan del ambiente musical: Trump tampoco
gusta a los músicos. El grupo irlandés U2 y el cantante estadounidense Justin
Timberlake han sacado nuevos vídeos promocionales que atacan directamente al
inquilino de la Casa Blanca.
E
ljueves 18 de enero h comenzado
difundirse el vídeo de la canción « Get Out of your Own Way »
(aproximadamente « Salga de su propio camino », según el diccionario
de Cambridge ), de U2. Se trata de una película de animación en la que se ve al
grupo de supremacistas blancos Ku Klux Klan (KKK) entrando en la Casa Blanca y moverse dentro
de ella con sus túnicas blancas y sus capirotes puntiagudos.
Por
su parte, quien fuera niño prodigio con la banda NSYNC
y hoy es un afamado cantante solista Justin Timberlake, quien ya criticó al
mandatario por sus manifestaciones racistas, en el vídeo clip “Supplies”
utiliza imágenes de violencia policial, y también de Harvey Weinstein, el productor que ha tenido que
dimiitr tras las acusaciones de abusos sexuales formuladas por rdecenas de
actrices, así como mensajes feministas “para recordar que Donald TRump también
fue acusado de agresiones sexuales”, según el Huffington Post.
Los
dos videoclips se estrenan como por casualidad coincidiendo con las últimas
declaraciones del personaje sobre la inmigración que llega a Estados Unidos
desde Haití y los países africanos; unas palabras que le han obligado a
explicarse ante las cámaras con la no menos sorprendente declaración de que “es
la persona menos racista” del mundo.
También su embajadora en la ONU , Samantha Power, ha tenido que pasar por la
vergüenza de pedir disculpas en plena Asamblea a los países africanos, que
seguramente se las han tomado a beneficio de inventario, y hasta la próxima.
Al
mismo tiempo, las revistas Hollywood
Reporter y Variety, publican la noticia de que los derechos de « El fuego y el furor . Trump en la
Casa Blanca”, el libro en que el periodista Michael Wolff hace un retrato
“vitriólico” del antiguo magnate del negocio inmobiliario y muestra las dudas
del entorno de Trump acerca de su capacidad para gobernar, han sido
comprados por la productora Endeavor
Content que piensa convertirlo en una serie de televisión con el propio Michael
Wolff como productor.
De
la lectura del libro, que se convirtió en un best-seller de ventas el mismo día
de su aparición, y que contiene confidencias de cerca de 200 consejeros de
Trump durante 18 meses, los de su campaña electoral y algunos más tras la
elección, se desprende que todo el entorno duda de su capacida para dirigir el
país, y presenta al personaje como un ser totalmente incompetente, un jefe de
estado que no lee y pasa las noches recluido en su habitación viendo programas
de televisión, y telefoneando a sus amigos para quejarse.
Tras
intentar en vano prohibir la publicación del libro, Trump lo ha calificado de
“tejido de embustes” y “falso”, y ha forzado la dimisión de quien fuera su
director de campaña, Steve Banon, a quien considera como el principal
confidente de Michael Wolff.
El autor, Michael Wolff, “la
piraña de la marisma mediática de Manhattan” según el New York Times, tampoco parece, así de lejos, un tipo del que fiarse demasiado. Hijo de un publicitario y una periodista,
recuerda mucho a algunos personajes denostados por otro escritor de apellido parecido, Tom
Wolfe, creador de la expresión “nuevo periodismo” y gurú de varias generaciones
de profesionales en todo el mundo: “camisas francesas Charvet hechas a medidas,
trajes londinenses y apartamento neoyorquino…medio chupatintas, medio mundano,
con la oreja siempre desplegada en los salones y la pluma mojada en vitriolo…De
memoria, crea o recrea escenas…” (Philippe Boulet-Gercourt). En 1998 publicó un libro
sobre la Silicon Valley, del que el periodista Steven Brill dijo que había
“inventado o modificado ls citas de muchos de los entrevistados”. La directora
de Hollywood Reporter, Janice Min,
recuerda haberle oído deciren una fiesta “todo el mundo me detesta”. Y en especial,
según dicen, el magnate de la prensa Rupert Murdoch, de quien publicó una
biografía en 2008.
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