miércoles, 3 de enero de 2018

“¿Qué fue de Brad?”, parábola sobre la envidia

El actor Ben Stiller (Zoolander, La vida secreta de Walter Mitty) protagoniza esta sátira sobre la crisis de los 50, que ha producido junto a Brad Pitt, y en la que interpreta a un padre egocéntrico que saca lo peor de sí cuando acompaña a su hijo a esa cosa al parecer tan banal en los USA como es elegir universidad, lo que supone hacer un viaje y dedicar una jornada a estudiar lo que ofrecen los centros académicos.

En este caso, en la visita a Harvard, lo que Brad parece confirmar es que todos sus antiguos compañeros lo han hecho mejor que él, han triunfado, y eso acaba por hacer que se odie a sí mismo. Sin contar con que la última palabra en lo que a la elección del centro se refiere no la tiene el estudiante, ni su padre, sino la jerarquía docente.

“¿Qué fue de Brad?” (Brad’s Status), película representativa del cine independiente estadounidense, nos cuenta las frustraciones de la clase media del país en una comedia agridulce dirigida por Mike White (“Chuck and Buck), reconocido guionista y creador de la exitosa serie televisiva de la HBO “Enlightened”, emitida entre 2011 y 2013.

Brad Sloan es un tipo normal, con una familia, un trabajo y una casa normales, que se reprocha no haber hecho nada de provecho en su vida. A punto de cumplir 47 años entra en crisis ante el hecho inevitable de que su hijo Troy (Austin Abrams, “Jewtopia”, “Sacrifice”, sexta temporada de la serie “The Walking Dead”) ha crecido y tiene que elegir universidad. En el viaje por los “colleges” de Boston, y enfrentado a la evidencia de que algunos de sus compañeros han conseguido lo que se propusieron – un consejero de la Casa Blanca, un realizador de Hollywood, un empresario de Internet que ha ganado una fortuna y vive retirado en Hawai, un genio de los negocios que viaja en avión privado, un famoso comentarista de televisión…-, se pregunta qué puede hacer para que el mundo no se pregunte qué fue de él. Y, al mismo tiempo, intenta empujar a su hijo, músico con talento, para que no repita su historia, que le parece un fracaso porque “su bondad” ha minado su ambición y le ha impedido venderse.

Además de las neurosis propis de la crisis existencial que atraviesa Brad, le película profundiza también en las relaciones entre generaciones (al parecer, inspirado en la que el realizador mantuvo con su padre).



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