jueves, 8 de mayo de 2025

“Cuando lleguemos al claro”: una exploración del tiempo y el arte con el pintor húngaro Péter Molnár

“La arena se desliza la palma de mi mano, mientras mi pincel escribe, línea tras línea, la historia infinita de un viejo…” 


El largometraje documental “Cuando lleguemos al claro” (Later in the Clearing”) (1), dirigido, filmado y montado por Márton Tarkövi (2), rodado a lo largo de seis años – “han pasado seis años en total. De hecho, el tiempo es el tema central de la película. No solo porque las obras de Molnár podían tardar hasta décadas en alcanzar su forma definitiva, sino también porque tuve la oportunidad de capturarlo en vida”- tuvo su estreno mundial en el pasado mes de febrero, en el Festival Internacional de Cine de Rotterdam dentro de la sección Bright Future (un futuro brillante), selección de óperas primas caracterizadas por una temática original y un estilo propio, que representan la vanguardia del cine contemporáneo.

 

Márton Tarkövi filma al pintor húngaro Péter Molnár (3), fallecido el año pasado. “Es una obra cinematográfica poética, un viaje espiritual con y sobre Péter Molnár, pintor minimalista abstracto y, además, es mi abuelo. Evito llamarla ‘una película sobre mi abuelo’, porque ese concepto se ha convertido en un cliché dentro del documental. Esta película es todo lo contrario a un biopic”.

Molnár era un pintor reconocido en Hungría, pero llevaba una vida casi ascética. “Me pidió que dejara fuera del documental todos sus premios. A pesar de haber estado casado tres veces y haber formado una familia, no conectaba mucho con el ser humano. Nunca se preocupó por el mercado del arte, prefería ilustrar libros o trabajar en fondos de películas de animación antes que vender sus cuadros de forma comercial. Era un artista puro y honesto, una persona extremadamente tierna y sensible”.

En una pequeña ciudad de Hungría, el pintor Péter Molnár, ya anciano, alejado de los ruidos de las máquinas y rodeado de naturaleza, nos guía en un viaje espiritual a través de un proceso creativo minimalista explorando los misterios y la poesía del tiempo, el arte y la vida. Son obras formadas por minúsculos signos –“que quizá un día fueron letras”-, rayas, caracteres, pequeños espacios delimitados que se superponen, trazados con pincel y plumilla; marcas y señales que seres antiguos, que prefiere llamar presencias, utilizaron en un tiempo remoto para dejar constancia de la senda que había tomado la gacela, o del trayecto que llevaba hasta el agua.

Pueden pasar hasta veinte o cuarenta años para que estos cuadros abstractos, formados por jeroglíficos ilegibles, paisajes escritos y laberintos de signos alcancen su forma definitiva. De hecho, muchos de los cuadros llevan dos fechas a veces  con varias décadas de diferencia: la del momento en que lo consideró  terminado y la del instante en que le añadió lo que el tiempo le había sugerido.

"Tú filmas, yo pinto". En un entorno relajado de vegetación abundante, el aire distribuye  los cantos de los pájaros mientras abuelo y nieto, pintor y cineasta comparten la aventura de este documental que es, sobre todo, el testimonio del meticuloso trabajo de un artista que habla del milagro del cosmos y sabe que los detalles son lo importante.  “La pintura –dice- es una cosa que revela secretos (…) La realidad y el arte son dos cosas diferentes. Aun así, hay pasadizos, porque el arte no existe sin nuestra vida, y viceversa (…) Sabemos muy poco del mundo, siempre hay enigmas”.

 

(1) “Cuando lleguemos al claro “ se estrena en Madrid el 10 de mayo de 2025 en el marco de la muestra Documenta Madrid.

 

(2) Mártin Tarkövi (1997, Hungría), diplomado de montaje en la ECAM (Escuiela de Cinematografía y del Audiovisual de la Comunidad de Madrid), ha trabajado como montador con Javier Rebollo, Callisto McNulty, Víctor Erice y Albert Serra. “Cuando lleguemos al claro” es una película montada de manera artesanal y autofinanciada.

 

 

(3)Péter Molnár, pintor (1943-2023), “mi abuelo. Empecé a filmarle en 2018 en su casa de Keeskemét, una pequeña ciudad de Hungría. Mi película es una sólida huella de su proceso creativo, su arte, su presencia espiritual, su conexión cósmica con la naturaleza y su fascinación por el tiempo. Era un artista reconocido en Hungría, pero al será persona solitaria y ascética, se negó a hacerse famoao, así que es como entrar en un mundo secreto”.




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