sábado, 4 de junio de 2022

Hong Kong: Prohibidas las conmemoraciones del 33 aniversario de la masacre de Tianamen

El héroe anónimo de Tiananmen, 1989

Hasta 2020 Hong Kong era el único lugar de China en que las autoridades « toleraban » el recuerdo de la represión de la Plaza de Tiananmen, en la noche del 3 al 4 de junio de 1989, cuando los tanques del ejército avanzaron sobre la manifestación, de estudiantes y obreros mayoritariamente, que llevaban varios días concentrados en la plaza reclamando democracia para el país.

Hoy, por primera vez desde hace treinta años, los hongkoneses no han podido organizar ningún acto público para conmemorar la fecha, que están recordando en silencio. El régimen de Xi Jinping lleva meses aplastando las libertades, ha cerrado medios de comunicación independientes y encarcelado a sus responsables, y las continuas amenazas han dado como resultado una desmovilización total de la población del territorio semiautónomo, amenazado con hasta cinco años de cárcel por asistir a cualquier tipo de conmemoración. Hasta el punto de que incluso los responsables de la diócesis han anulado las misas que el año pasado se celebraron en homenaje a las víctimas, por temor a “repercusiones políticas”.

Durante tres décadas, decenas de miles de hongkoneses acudían en esta fecha al Parque Victoria para, a la luz de millares de velas, entonar cantos de homenaje a las víctimas de 1989 y escuchar los discursos de las Madres de Tinanmen que perdieron a sus hijos en la represión. Pero, con el pretexto de la pandemia, desde 2020 las autoridades del territorio, fieles a las consignas de Pekín, han prohibido por segunda vez la cita.

Según la información publicada este 4 de junio de 2022 en el diario francés Le Figaro, la policía de Hong Kong  ha detenido a varias personas sospechosas de intentar organizar conmemoraciones públicas en el 33 aniversario de la represión del movimiento pro-democracia en  Pekín.

Periodistas  que se encuentran en la isla aseguran haber visto como la policía se llevaba al menos a una docena de personas, entre las que se encontraba el activista Yu Wai-pan, de la Liga de los Socialdemócratas (LSD). Yu u otros dos miembros de su partido, llegaron al centro comercial de Causewau Bay y permanecieron parados, en silencio, llevando unas máscaras con una cruz en la boca.

Poco después, fueron detenidos cuando se dirigían al Parque Victoria, lugar habitual de las concentraciones, donde ya se encontraban varias personas que se alumbraban con la luz de los teléfonos móviles. La policía no ha facilitado cifras de detenciones, pero sí ha precisado que entre ellos se encuentra una mujer de 80 años, detenida por “obstrucción a la fuerza pública”.

En la noche del 3 al 4 de junio de 1989, en uno de los momentos más emblemáticos de la lucha por las libertades de la histria reciente, los tanques chinos ahogaron en sangre el movimiento pro-democracia que estaba creciendo considerablemente en la capital china. Imposible olvidar nunca la imagen de aquel hombre solo que, llevando una bolsa de plástico en cada mano, desafió a una columna de poderosos tanques en la Plaza de Tiananmen. Mientras las cámaras de las televisiones inmortalizaban el momento, que se difundió en todo el mundo, el hombre levantó su mano derecha en un gesto con el qure pedía a los tanques que se pararan. Y durante un instante lo logró.

Esa noche el mundo presenció como los tanques chinos se desplegaban en la Plaza de Tianamen para reprimir violentamente un movimiento inédito a favor de la democracia. Cientos, quizá miles –imposible verificarlo- de personas murieron cuando el ejército disparó sobre los estudiantes y trabajadores que llevaban varias semanas reclamando reformas políticas. En los días siguientes a la represión, las autoridades chinas publicaron una lista de 21 personas “buscadas” por haber participado en la organización de las manifestaciones. Muchas de ellas se exiliaron entonces, otras lo han hecho a lo largo de los años transcurridos.

 

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