Los grandes autores – Puccini, Toscanini…- se enfadaban con él porque introducía personalísimas “mejoras” en sus composiciones –“ Adiós a la vida” de Tosca, "La donna è mobile", "Nessun dorma"…-- Acudían al camerino del tenor con sus reivindicaciones y la respuesta de Miguel Fleta era siempre la misma: “A quien aplaude el público es a mi”.
En el siglo XX y durante casi una década, el tenor
aragonés Miguel Fleta (Miguel Burró Fleta), fue considerado el mejor del mundo.
Comparado con Gayarre y Caruso, fue el cantante mejor pagado y el mito de la
ópera de su tiempo.
El documental “Fleta Tenor Mito”(1), del realizador
Germán Roda (“Marcelino, el mejor payaso del mundo” o el excelente “Vilas y sus
dobles” que pude comentar recientemente es esta misma publicación), revisa “su increíble
trayectoria, desde sus orígenes campesinos hasta la Scala de Milán o el
Metropolitan de Nueva York”.
Junto al material de archivo, la película incluye testimonios del hijo y la
nieta –también cantante lírica- de Miguel Fleta, de historiadores y admiradores actuales de su voz
única, y el estimable comentario de Javier Camarena, uno de los más
prestigiosos tenores actuales.
El menor de catorce hermanos,
de los que solo vivían siete cuando él nacióm Miguel Fleta a los ocho años
trabajaba en las faenas del campo y cantaba jotas en el bar que regentaban sus
padres en Albalate de Cinca, un pueblo que hoy cuenta con poco más de mil
habitantes y que entre sus vecinos contó
también con los reconocidos escritores libertarios Félix y Francisco Carrasquer
(pedagogo y poeta respectivamente). Los primeros pasos musicales los dio en la
rondalla de su pueblo. Tras un fracaso amoroso se trasladó a Barcelona,
literalmente “en busca de fortuna”, consiguió plaza de estudiante en el
Conservatorio del Liceo y allí le descubrió la profesora belga Luisa Pierrick,
quien a partir de aquel momento sería su mentora y su pygmalión: Luisa
le enseñó a cantar, a vestir, a
comportarse en sociedad… hasta que acabaron enamorados y, huyendo de las
posibles represalias del marido, se escaparon a Italia.
Allí nació el primer hijo de
la pareja y allí despegó la carrera internacional de Miguel Fleta tras el debut
en 1919, en el Teatro Comunale Giuseppe Verdi de Trieste, con la ópera “Francesca
da Rimini”. En 1923 cantó en el Metropolitan Opera House de Nueva Yok y después
recorrió los mejores escenarios europeos y gran parte de los americanos. En
1926 protagonizó, en el teatro de la Scala de Milán, el estreno de “Turandot”
de Puccini, dirigida por Arturo Toscanini
ya que el compositor había fallecido poco antes.
Miguel Fleta se casó dos
veces, al final perdió la voz, protagonizó dos documentales (sobre su vida y su
boda) y participó en las películas “Miguelón o el último contrabandista” y “Gigantes
y Cabezudos”. Se afilió a Falange Española y grabó una versión del himno
fascista “Cara al sol”
(1) El largometraje documental “Fleta Tenor Mito” se estrena
este 17 de junio de 2022 en el Festival Internacional de Cine de Huesca.
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