El próximo 22 de noviembre de 2017 está
fijada una nueva vista del proceso que el
ultraconservador gobierno de Turquía tiene abierto contra el presidente de Amnistía Internacional
(AI) en el país, Taner Kiliç, detenido en
junio pasado y acusado de “pertenencia a organización terrorista”.
La detención de Taner Kiliç tuvo lugar un mes
antes de la de los « 10 de Estambul », 10 defensores de los derechos
humanos –y entre ellos Idil Eser, la directora de la delegación de AI en el
país- que salieron en libertad con fianza el 25 de octubre pasado, gracias a la
fuerte movilización internacional de los últimos meses.
Las acusaciones de terrorismo contra estos 11
defensores de los derechos humanos “no resisten el menor examen”, según AI en un comunicado del 18 de
noviembre, en el que pide que continúe la movilización para arrancar a su
presidente de las garras de la justicia turca, siempre manipulada y al servicio
del régimen del ultraconservador gobierno de Recep Tayyip Erdogan.
“Leer las acusaciones contra los ‘10 de
Estambul’ y Taner Kiliç es tomar conciencia de la arbitrariedad que domina el
sistema judicial turco. Globalmente, las acusaciones son de tres tipos:
-Haber descargado, o haber estado en
contacto con personas que hayan descargado una aplicación de correo electrónico
seguro, ampliamente utilizada en todo el mundo;
-Haber tenido relación con personas o instituciones
sospechosas de simpatizar con movimientos que las autoridades turcas consideran
terroristas, y entre ellos miembros de la familia de los defensores, o de otros
defensores de los derechos humanos;
-Haber recibido o efectuado, en el marco
de su trabajo, trasferencias de dinero a
personas o instituciones.
“Acusaciones todas ellas absurdas y sin ninguna
base que lo único que hacen es probar el intento de las autoridades turcas de
ilegitimar e impedir cualquier defensa de los derechos humanos en Turquía”, al
relacionar siempre esta defensa con el terrorismo.
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