Enferma de un cáncer de pulmón en fase terminal, la
condecorada policía de Nueva Jersey Laurel tiene un solo deseo: que su pareja
de hecho, la joven Stacie, pueda cobrar su pensión. Pero los responsables del
condado de Ocean le niegan ese derecho. Apoyada por una asociación que lucha
por la igualdad de derechos para las parejas homosexuales, el combate de Laurel
y Stacie terminará consiguiendo un cambio en la legislación. “Freeheld” es la
versión ficticia de un documental, con idéntico argumento, ganador de un Oscar
en 2007.
Dirigida por Peter Sollet (“No sin ella”, “Nick y Nora, una
noche de música y amor”) y protagonizada por Julianne Moore y Ellen Page,
“Freeheld, un amor incondicional” está basada en historia de amor de Laurel
Hester (Julianne Moore, “Las horas”, “Boogie Nights”) y Stacie Andrée (Ellen
Page, “Juno”, “X-Men: Días del futuro pasado”). El detective Dan Wells (Michael
Shannon, “Cecil B De Mented”, “Midnight Special”), compañero de carrera de
Laurel, y el activista Steven Goldstein (Steve Carrell, el inconmensurable jefe
de la serie “The Office”, “La gran apuesta”, “Foxcatcher”) se unen en la
defensa de la pareja, consiguiendo que oficiales de policía y ciudadanos apoyen
la lucha de ambas mujeres.
Melodrama aceptable de una historia con mejores intenciones
que resultados, interpretada por dos actrices perfectas en una película muy
americana, muy clásica, sobre un tema social y la defensa de una causa justa,
lo mismo que el una vez más excelente Steve Carrell, en el personaje del
abogado judío y gay militante del matrimonio homosexual, que se presenta en los
juicios acompañado de una fanfarria de tambores, trompetas y pancartas. Sin
ninguna duda, lo más interesante son los distintos momentos y matices de esa
lucha para que las parejas de personas del mismo género puedan conseguir una
igualdad que el estado les niega y que, paradójicamente, encabezan dos hombres
junto a la pareja protagonista.
Y dicho lo anterior, y pese a las buenas intenciones de
todos cuantos han participado, a la película le falta brío, alma, carga
emotiva; probablemente ha prevalecido la intención del realizador de no
convertirla en una historia de amores lésbicos y le ha salido una historia
simplista. A pesar de la carga potencialmente emocional de temas tan fuertes
como el amor, la enfermedad y la discriminación, “Freeheld, un amor
incondicional” carece tanto de ambición creativa como de la fuerza de un
documental. La verdad es que me habría gustado poder decir que es una buena
película.
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