“La
primera víctima de la guerra es la verdad” (Esquilo). “La primera víctima de la guerra es la
libertad de expresión” (Reporteros sin Fronteras)
¿Es útil sacrificar la vida de una
niña para salvar a las ochenta personas que podrían perder la vida en un
atentado terrorista? “Espías desde el cielo” es un intenso thriller que se
desarrolla casi en tiempo real, en varios continentes, y aborda de frente las
ambigüedades morales de la guerra moderna.
Dirigida por el sudafricano Gavin
Hood (“El juego de Ender”, “Tsotsi”, Oscar a la mejor película extranjera 2005)
y protagonizada por Helen Mirren (“Trumbo: La lista negra de Hollywood”, “The
Queen“) Aaron Paul (“Breaking Bad”, “Need For Speed”), Alan Rickman (la
franquicia de Harry Potter, “Sweeney Todd, el barbero diabólico de la calle
Fleet”), Barkhad Abdi (“Capitán Phillips”, “Hawai 5.0”), Jeremy Northam
(“Gosford Park”, “La red”), Iain Glen (“Juego de tronos”, “Downton Abbey”) y
Phoebe Fox (“La mujer de negro: El ángel de la muerte”, “A View from the
Bridge”), la película “Espías desde el cielo” es “un thriller que se desarrolla
casi en tiempo real en varios continentes, y aborda las ambigüedades morales de
la guerra moderna”, la más moderna, la que hasta ayer mismo era solo
ciencia-ficción, la que ya se hace hoy desde un despacho, teledirigiendo
drones.
La coronel Katherine Powell (Helen
Mirren) es un oficial militar británico a los mandos de una operación top
secret con drones, una “cadena de matar” para acabar con unos terroristas que,
en Kenya, se preparan para llevar a cabo un atentado suicida. Mirren consigue
una gran interpretación de la comandante dura que dirige un grupo
antiterrorista multinacional que, tras varios años de búsqueda, ha encontrado
finalmente a una joven británica (Lex King), radicalizada, casada con un
yihadista y considerada responsable de un atentado en un centro comercial de
Nairobi. Con el apoyo del gobierno de Kenya traza un plan para capturarla junto
con su marido y un tercer terrorista que también figura en la lista de los más
buscados, en la casa donde están escondidos, poniéndoles los chalecos-bomba y
grabando un vídeo para la posteridad.
Desde su base de Nevada, y con la
ayuda del piloto estadounidense de drones Steve Watts Aaron Paul), la coronel
Powell se dispone a destruir el piso franco donde se esconden los terroristas,
cuando una niña de nueve años, que vende pan en un puesto callejero, aparece en
la zona que quedaría arrasada por el ataque desencadenando un conflicto
internacional que llega hasta los más altos niveles de las administraciones
británica y americana, en un debate despiadado sobre las implicaciones morales,
políticas y personales de la guerra moderna.
“Espías desde el cielo”, una
película muy eficaz, muy inteligente y muy brillante que pone los pelos como
escarpias; es sobre todo un thriller casi perfecto que desde el primer momento
busca implicar al espectador en un día muy largo y estresante de la vida de
unos militares en cuyas manos está matar, o dejar vivir, a unas cuantas
personas, a miles de kilómetros de distancia. El suspense se encuentra en las
distintas secuencias de comunicación entre continentes, en las que militares de
alta graduación y políticos de primer plano tienen que tomar decisiones, que
implican no solo cumplir con sus deberes oficiales sino plantearse los aspectos
jurídicos y las tensiones éticas y morales sea cual sea la orden que den. La
complejidad burocrática y la tensión de esos momentos resultan desesperadamente
reales. Por todo ello, es también una película contra la guerra y el desprecio
de las víctimas colaterales.
Excelente Hellen Mirren, soberbio
Alan Rickman en el general británico.
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miércoles, 11 de mayo de 2016
Espías desde el cielo (Eye in the sky), la guerra del futuro ya está aquí
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