“En
una época en la que si le preguntas a muchos estudiantes de cine por una
película antigua te responden El Padrino, los primeros 20 años del séptimo arte
están más que desterrados del imaginario colectivo. Sobre todo en nuestro país.
Mientras en Francia reivindican constantemente la figura de George Méliès, y
prácticamente todo el mundo puede reconocer la imagen del cohete chocando sobre
la luna, muchos aquí no saben que otro de los pioneros en la gran pantalla, y
que además trabajó en el taller del mago francés, era español. Concretamente,
de Teruel (como Luis Buñuel)”. (Belén Remacha,
eldiario.es)
“El Hombre que quiso ser segundo”, coproducción
hispano-italiana, es un excelente documental de ficción, dirigido por el
turolense Ramón Alós, que narra la extraordinaria historia y los no pocos
enigmas que salpican la vida y obra del español, pionero del cine y gran
desconocido, Segundo de Chomón.
En los inicios del cinematógrafo,
cuando el séptimo arte era pura ilusión y los cineastas auténticos pioneros que
“fabricaban” no solo las películas sino incluso los instrumentos para hacerlas
realidad, Segundo Víctor Aurelio Chomón y Ruíz (Teruel 1871-París 1929) fue un
cineasta español adelantado del cine mudo y de la técnica de la animación
cinematográfica. Director, iluminador, especialista de efectos especiales y un
genio de los trucajes de revelado, dominó la utilización de maquetas, la
velocidad de paso de manivela, efectos schüfftan, doble exposición, sobreimpresiones,
pirotecnia y escamoteos. Fue precursor del travelling, del cine a color y
precursor de la animación por ordenador. Toda su obra se ha comparado con la del
gran pionero del cine universal, George Méliès, a quien durante toda su vida
admiró, con el que quiso trabajar sin lograrlo (Méliès era “el único” en todas
sus producciones), y a quien imitó en sus trabajos para la Pathé francesa
llegando, con el tiempo, a superarle en el perfeccionamiento de algunos
aspectos técnicos del cine de animación. Fue también el fundador de la primera
productora cinematográfica española.
“El hombre que quiso ser segundo”
es una recreación cinematográfica de la vida de Segundo que parte de una
premisa ilusoria que se convierte en objeto de investigación: Segundo de Chomón
tuvo un hermano gemelo que nació 10 minutos antes que él, Primo de Chomón. Este
es el punto de partida con el que arranca Ramón Alòs para embarcarnos en una
aventura fantástica -cuya realización más personal y conocida es “El Hotel
eléctrico” (París, 1908)- que nos permitirá conocer la trayectoria del cineasta
y dejará intacto el misterio inicial. La figura de Chomón se ha ido difuminando
a lo largo del siglo XX, porque es muy poco lo que queda de su legado debido
fundamentalmente a que el nieto de Chomón murió sin hijos y la herencia del
cineasta, incluyendo películas, elementos de rodaje, muñecos utilizados en
animaciones y fotografías, desaparecieron con él. "Alguna persona que
compraría la casa vieja a peso estará vendiendo todo en algún mercadillo”, se
lamenta el realizador, Ramón Alós.
Milagrosamente se salvó un
cortometraje de animación que el pionero turolense realizó de manera artesanal
con su hijo. De hecho, hasta los restos mortales de Chomón desaparecieron.
Durante muchos años reposaron en el Cimitière Parisien de París, hasta que una
remodelación y la falta de pago del mantenimiento los llevaron a una fosa
común.
La película incluye entrevistas,
imágenes de la época, testimonios de expertos, fragmentos de películas y
recreaciones “hipotéticas” de la vida de Segundo de Chomón, interpretadas por
el actor Ramón Langa. Junto a él aparecen también la actriz Maribel Bayona, en
el papel de Julienne, la francesa actriz de cabaret y esposa del cineasta, y
las aragonesas María José Moreno y Blanca Carbajal.
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