Un
tribunal militar de Rostov sobre el Don, Rusia, condenó el 25 de agosto de 2015 al cineasta
ucraniano Oleg Sentsov a veinte años de trabajos forzados en una colonia
penitenciaria de alta seguridad, por « preparar
un atentado terrorista en Crimea ». Alexander Kolchenko, militante
ecologista ucraniano acusado junto a él por los mismos cargos ha sido condenado
a diez años de cárcel.
Oleg
Sentsov, autor de un primer largometraje de ficción titulado Gaamer (2011), es
un conocido opositor a la reciente anexión de Crimea por Rusia lo que,
evidentemente, le ha colocado en el punto de mira de las autoridades rusas que
castigan así su rebeldía. Las condenas
han suscitado numerosas reacciones de protesta, entre ellas las de más de mil
miembros de la Academia Europea del Cine como Wim Wenders, Ken Loach y Aki Kaurismaki, y los realizadores rusos Alexandre
Sokourov, Andreï Zviaguintsev e incluso Nikita Mikhalkov, considerado persona
cercana al presidente ruso, Vladimir Putin, que han escrito una carta a Putin
pidiendo la libertad de ambos condenados.
Oleg
Sentsov, ucraniano nacido en Crimea en 1976, realizador, guionista y productor
de cine, fue detenido en mayo de 2014 por el Servicio Federal de Seguridad de
la Federación de Rusia (FSB, antigua KGB) acusado de “preparación de actos
terroristas”. Sentsov, es un cineasta independiente y militante pro-ucraniano. Ha
negado todos los cargos que se le imputan y asegura que su caso « está
motivado por razones políticas, y falsificado”. Asegura que la policía rusa le
golpeó y torturó durante su detención, y que le amenazó con violarle mientras
permaneció en detención preventiva.
La
fiscalía rusa se ha negado a reconocerle la nacionalidad ucraniana, asegurando
que se trata de un ciudadano ruso ya que « ahora Crimea pertenece a Rusia ».
Según la investigación policial, en la
primavera de 2014, poco después de que Rusia se anexionara Crimea, Oleg Sentsov
«dio a sus cómplices la orden de derribar una estatua de Lenin en Simféropol,
en Crimea». La policía rusa pretende
también que Sentsov preparaba otro ataque al Memorial de la Llama Eterna, en la
misma localidad. En cuanto a Kolchenko, está
acusado de lanzar un cóctel Molotov con la oficina del partido Rusia Unida en Simféropol, un acto que
reconoció aunque negó cualquier implicación “terrorista”.
Ante la
lectura de la sentencia, los dos condenados se limitaron a sonreír y entonar en
himno nacional ucraniano, como puede verse en un vídeo que recorre las redes
sociales.
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