Regresión es un thriller psicológico protagonizado
por Ethan Hawke (nominado al Oscar por Boyhood) y
Emma Watson (La Bella y la Bestia, Harry Potter) -en el que también encontramos
los nombres de David Thewlis (La teoría del todo,
Harry Potter), David
Dencik (El topo,
Millennium: Los hombres que no amaban a las mujeres), Lothaire Bluteau (Los Tudor), Dale Dickey (Winter´s Bone, True Blood) o Devon Bostick (El diario
de Greg)-, con el que Alejandro Amenabar regresa al cine de género, que ya
probó en Los Otros. Como puede apreciarse, el director de origen chileno y
doble nacionalidad, ha optado en el casting por actores procedentes de las
sagas que recientemente han triunfado, en el cine y en la televisión.
Con guión del
propio director, la película está rodada en un Canadá que quiere ser Minesotta
y en inglés, lo que no añade ni quita nada al resultado: una película muy “americana”
en la que no hemos hallado ningún rasgo estrictamente personal del realizador ganador
de un Oscar y un Globo de Oro, con Mar adentro, en 2004. Tan correcta de
factura, como oscura de escenarios y previsible en su desenlace, podría estar firmada por cualquier
buen director estadounidense de serie B.
Son los años
1990 en Minesota, cuando los grandes diarios sensacionalistas, y los
informativos de televisión, dedican amplios espacios a una supuesta ola de “satanización”
que está atravesando el país, con rituales negros y sacrificios de animales y
personas. El inspector Bruce Kenner investiga el caso de la adolecente Angela,
quien acusa a su padre, John Gray, de haber abusado sexualmente de ella. Cuando
Gray, en la cárcel y sin conseguir recordar nada, admite su culpa, se incorpora
al caso un conocido psicólogo, el doctor Raines, para ayudar a que Gray
recupere la memoria, utilizando una técnica muy nueva, conocida como “hipnosis
de regresión”. Pero lo que van a acabar descubriendo es una siniestra
conspiración orquestada por la persona menos indicada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario