lunes, 7 de septiembre de 2015

Llamamiento: Un futuro para Grecia



(Este documento elaborado en vísperas electorales, obra de dos intelectuales, que está recogiendo adhesiones de profesionales europeos de distintos sectores, fue publicado inicialmente en el digital de actualidad griega Okeanews, el 28  de agosto de 2015).




 « Greece was not reformed, it was deformed » (Grecia no ha sido reformada sino deformada, Yannis Vaorufakis).




Preámbulo

Este llamamiento a las fuerzas sociales y políticas griegas, al contrario que algunas “instituciones” que pretenden dictar a Grecia y su gobierno lo que debe hacer , y como deben hacerlo, lo hacen los firmantes en el más absoluto respeto a las orientaciones que decidan el pueblo griego y sus representantes electos.  

Ciudadanos de todos los orígenes sociales y políticos, griegos y no-griegos de diferentes países europeos, conscientes de que lo que compartimos es más fuerte que lo que nos separa, nos declaramos dispuestos a movilizar nuestras competencias y nuestra experiencia al servicio de Grecia. Estamos dispuestos a elaborar los métodos y las herramientas necesarias para la definición y la puesta en marcha del proyecto de desarrollo que Grecia necesita imperativamente. 

La democracia burlada, la economía arruinada

Ahora, al pueblo griego se le niega el derecho a disponer libremente de su futuro. Se ha pisoteado al Parlamento y el gobierno se ve obligado a aplicar un programa en el que no cree. 

Según la declaración de la cumbre de la Eurozona del 12 de julio de 2015, “El gobierno (griego) tiene que consultar a las instituciones y convenir con ellas cualquier proyecto legislativo en los terrenos concernidos, y con un plazo apropiado antes de someterlo a consulta pública o al Parlamento”.
Una vez más en la historia del país se ha consumado claramente la puesta de Grecia bajo tutela.
El tercer memorandum, ratificado por el Parlamento sin posibilidad de examinarlo realmente,  impone al país una nueva serie de medidas de austeridad (aumento del IVA, disminución de las pensiones,  rebajas en los gastos públicos, etc.). Y eso sin que  esté asegurado el mantenimiento del país en la zona Euro, pagado a un precio exorbitante.  

Dentro de algunas semanas, o algunos meses, se va a producir una recesión agravada y los griegos no podrán hacer otra cosa que intentar sobrevivir refugiándose en la economía “negra” o paralela, para escapar al aumento de la presión fiscal en un contexto de reducción de sus ingresos.  
Entonces, los acreedores y las instituciones (cuyo poder normativo se ha reforzado sensiblemente en detrimento del parlamento griego) atacarán a las autoridades griegas por no respetar sus compromisos (excedente presupuestario primario, privatizaciones) y plantearán nuevas exigencias. De nuevo, y sin respiro, amenazarán al gobierno, cualquiera que sea su color político, con no concederle las sumas previstas si no adopta nuevas medidas de austeridad. El engranaje sin fin triturará el cuerpo social griego y su economía, obligando a los jóvenes del país (con frecuencia, altamente cualificados) a optar por un exilio que no desean.  

La deuda, principal vector de servidumbre, solo podrá aumentar. En el mejor de los casos, los nuevos préstamos concedidos en el marco del tercer plan “de ayuda”, no servirán más que para que la deuda ruede mejor, hundiendo a Grecia en la espiral infernal del sobre-endeudamiento mediante el juego de los intereses y la bajada del PIB. Por otra parte, en un documento del 14 de julio, el FMI indica que, en los dos próximos años,  el endeudamiento del estado griego debería alcanzar el 200%. 

En resumen, lo que se impone a Grecia es una pérdida de soberanía, el regreso a Atenas de la Troika y sus “hombres de negro”, una austeridad y una recesión agravadas. 

Al final, el peligro es que el partido de extrema derecha Amanecer Dorado se presente, antes o después, como la única fuerza política con un proyecto alternativo para la sociedad griega. De producirse, esta desastrosa salida sería la consecuencia se la continuidad de las políticas antisociales. Desgraciadamente hay que constatar que el actual gobierno, elegido sobre la base de su ruptura con la austeridad y las prácticas antidemocráticas y anticonstitucionales, ha hecho que se probara un tercer memorandum que equipara Grecia a una colonia privada del derecho a la autodeterminación. 

¡El futuro de Grecia se escribirá en Grecia!

Nosotros afirmamos que ninguna institución internacional (BCE, Comisión Europea, Eurogrupo, FMI), ningún estado, puede dictar al pueblo griego la conducta que debe seguir. La soberanía de Grecia, como la de cualquier otro estado, no es negociable, no puede estar sometida a condiciones.
Recordamos la resolución del Consejo de Derechos Humanos de la ONU del 23 de abril de 1999, según la cual “el ejercicio de los derechos fundamentales de la población de los países deudores a la alimentación, la vivienda, la ropa, el empleo, la educación, los servicios de salud y un medio ambiente saludable no puede estar subordinado a la aplicación de políticas de ajuste estructural y reformas económicas ligadas a la deuda”.  

Detener la decadencia, garantizar el desarrollo económico y social

La aplicación del tercer memorandum arrastra a Grecia a la pendiente de la decadencia y al abdicación de su soberanía. Tanto si Grecia continua siendo miembro de la zona Euro, como si sale de ella, es probable que, en los próximos meses y años,  el cuerpo social griego se vea sometido a duras pruebas. El aumento de las desigualdades producirá efectos muy visibles con el aumento de la gran pobreza, mientras que los ricos no se verán afectados e incluso podrán beneficiarse de la crisis comprando activos cedidos por el estado, o las empresas y familias que se vean en grandes dificultades. El riesgo de desarticulación puede y debe ser conjurado. Promover un desarrollo diversificado de las capacidades productivas y, simultáneamente, la democracia constituye el único medio para evitar las deletéreas derivas de la economía paralela, negra o mafiosa, resultante de las decisiones impuestas a Grecia.

Frente a tan funesta perspectiva consideramos indispensable la creación de un proyecto de desarrollo de la capacidad productiva del país que, desde nuestro punto de vista, debe guiarse por cinco principios:
  • Recuperar la soberanía política y económica del país,
  • Desarrollar la democracia en todos los aspectos de la vida política, económica y social,
  • Responder a las necesidades fundamentales del pueblo griego, revalorizando el trabajo y las competencias de todos,
  • Proteger la naturaleza y, más generalmente, todos los bienes comunes,
  • Favorecer el desarrollo de los territorios y las economías de proximidad.
Sobre la base de estos principios, el desafío está en desarrolar la industria y la agricultura griegas en su conjunto sacando partido de las nuevas tecnlogías: apoyo a las actividades agrícolas y agroalimentarias (agricultura biológica y “razonada”, etc.), a la actividad de renovación de viviendas (utilización de nuevos materiales, etc.), a la promoción de la economía de la energías (redes inteligentes, aislamiento, etc.) y de las energías renovables (eólica, fotovoltaica, etc.), de las industrias relacionadas con la salud (biotecnología, nanotecnologías, etc.) , del sector textil-confección (nuevos materiales, textiles técnicos, etc.), se los materiales de transporte (vehículos pequeños limpios eléctricos o híbridos, transportes colectivos económicos, etc.), , de la construcción/reparación naval (nuevas modalidades de propulsión, etc.), etc.

Un modelo de desarrollo para Grecia no puede  apoyarse en una visión monista basada únicamente en la iniciativa privada, ni solamente en la propiedad pública, ni tampoco exclusivamente en la economía social y solidaria. El nuevo modelo de desarrollo de Grecia se debe basar en la diversidad de las formas de economía combinando las iniciativas privadas, un sector público renovado y un sector terciario eficiente.

Finalmente, este modelo debe basarse en la complementariedad organizada de tres orientaciones:
  • La primera concierne a las actuaciones que hay que poner en marcha revalorizando nuevas formas de empresariado, así como formas colectivas innovadoras de organización económica y social: sectores, agrupaciones de pequeñas y medianas empresas, proyectos colaborativos, etc.
  • La segunda se refiere a actuaciones tendentes a desarrollar solidaridades económicas y sociales, preferentemente territoriales. Este tipo de actuación se sitúa en una perspectiva de economía social y solidaria: sistemas de intercambios localizados, bancos de tiempo, circuitos cortos, economía circular, etc.
  • La tercera orientación, que articula las dos primeras, está destinada a desarrollar redes productivas territorializadas: clusters (*) de diferentes tipos asociando empresas de diferentes tamaños a universidades y/o establecimientos de enseñanza técnica, que se dediquen tanto a actividades llamadas tradicionales como de alta tecnología.
Emprendiendo sin demora el proyecto de un nuevo modelo de desarrollo diversificado, basado en nuevas formas de democracia y de implicación de las fuerzas sociales es como Grecia podrá finalmente salir del estado de doble dependencia –política y económica- en que se encuentra: dependencia de las “instituciones” y de las formas tradicionales del ejercicio de la política, y dependencia económica ligada a sus importaciones y financiaciones externas.  

Nuestro llamamiento a las fuerzas sociales y políticas griegas

Grecia fue la cuna de la democracia. Para algunos, la « crisis griega » ha puesto de manifiesto todas las limitaciones del actual funcionamiento de la zona Euro, y la rémora de autoritarismo y austeritarismo que genera. Para otros no ha hecho más que confirmar el carácter destructor de las disfunciones ligadas a la propia naturaleza de una moneda única entre economías diferentes, y hasta qué punto aumenta las divergencias. Tanto si se cree en la posibilidad de una reforma de la esa zona, finalmente favorable al desarrollo, como en su inevitable y saludable desaparición, si es posible de manera ordenada, el porvenir de Grecia, en el que todos, griegos y no griegos, estamos dispuestos a colaborar, es de crucial importancia para todos los europeos. 

Creemos que la esperanza suscitada por la victoria de Syriza en las elecciones del pasado enero, así como el resultado del referendum de julio, son el signo de una inmensa necesidad de cambio que no se para en las fronteras de Grecia. Nosotros, tanto griegos como no-griegos, estamos dispuestos a implicarnos para ayudar a las fuerzas sociales y políticas que quieran elaborar un proyecto de desarrollo viable. Un proyecto que es indispensable para Grecia, tanto si sale de la zona Euro como si permanece en ella. Y que constituya una primera respuesta contra una Europa dominada por los mercados financieros que ahogan la producción, así como por las fuerzas políticas actualmente en el poder en Alemania,  que empujan a ese país a comportarse de manera hegemónica. En efecto, a lo largo de las negociaciones con el gobierno griego, algunos responsables políticos alemanes han demostrado que no dudan en servirse de la potencia económica de su país para  avasallar a los gobiernos de otras (en particular cuando pretenden elegir una vía política que no es la suya), e incluso para cuestionar las propias instituciones europeas (la Comisión Europea).

Llamamos a las autoridades griegas actuales y futuras a no aceptar un que se encierre la política económica y social en una lógica financiera, que estaría dictada por el pago de la deuda y la reducción del déficit. Esperando que nos escuchen a pesar de las concesiones aceptadas, pedimos a las autoridades griegas que ahora se pongan al servicio del movimiento popular y organicen urgentemente unos “Estados Generales del Desarrollo” (**), que reunirían a las fuerzas sociales del país con el fin de trazar la perspectiva general y los grandes ejes del proyecto de desarrollo que Grecia necesita. 

Llamamos sobre todo a las fuerzas vivas del país para que lo antes posible se impliquen en la elaboración de este proyecto de desarrollo, asegurando el futuro del país y de su juventud. Deben crearse o dinamizarse nuevas formas de organización política y social que permitan movilizar a las fuerzas sociales que no lo han hecho en los últimos meses. Solo un impulso y una amplia movilización popular serán capaces de liberal el potencial fuerte, creativo y multiforme, sin el cual nada será posible. 

Finalmente, pedimos a las fuerzas progresistas griegas que aprovechen la próxima cita electoral para debatir el desafío que supone un proyecto de desarrollo que articule democracia, innovación y producción.

Gabriel Colletis, Profesor en la Universidad de Toulouse 1-Capitole
Ioannis Margaris, Doctor en Energía y tecnología de la Universidad Técnica Nacional de Atenas (NTUA), Post-Doc (DTU)

(*) Un cluster es un grupo de empresas e instituciones que forman parte del mismo sector de actividad y que están implantadas en un territorio, o localizadas geográficamente, lo que les permite beneficiarse de las ventajas competitivas, gracias entre otras cosas a las “externalizaciones” (definición que da la Delegación Interministerial para el acondicionamiento del territorio  y la atractividad regional, DATAR, servicio dependiente del Primer Ministro francés).  
(**) Evidente clara referencia a los Estados Generales que Luis XIV se vio obligado a convocar en Versalles, los días 4 y 5 de mayo de 1789, ante la catastrófica situación política y financiera francesa; fue la última ceremonia del Antiguo Régimen y el inicio de la Revolución Francesa.



Para firmar el llamamiento
Basta enviar un correo a la dirección <http://unavenirpourlagrece.com/, indicando “yo firmo “y precisando , si se desea, el título o la función.

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