"Como
actor, he llegado a la convicción de que no se puede separar cualquier escena
de un guión de lo que te ocurre en la vida real. Ambas situaciones son
finalmente la misma."( Al Pacino como Simon
Axler, La Sombra del Actor)
Película
sobre el drama del envejecimiento de un actor protagonizada por un actor que
sabe que está envejeciendo, Al Pacino (Nueva York, 1940, Oscar 1992 por Esencia
de mujer), La
sombra del actor (The Humbling) es un relato introspectivo acerca del
descenso y caída de un actor, al final de su vida profesional, y los habituales
interrogantes existenciales que el hombre se plantea desde que empezó a
razonar.
Solo,
envejecido física y anímicamente, sin descendientes y conviviendo con algunos
fantasmas personales que reaparecen en forma de preocupaciones insolubles –como
el de la gloria escénica conquistada y perdida- , Simón Axler, un famoso actor
teatral que pasa por una depresión con tentaciones suicidas, cree que ha
perdido el talento y el aura de otros tiempos y desde luego carece de
autoestima, consume los días del inicio de su vejez entre el ensayo del último
Shapkespeare, los diálogos por Skype con su psicoterapeuta y las pesadillas
recurrentes que le asaltan en sueños. Cuando sale a escena no se cree lo que dice
y está perdiendo también a su público más fiel. El azar le lleva a un último
flirteo con la juventud en forma de hija –crecida, snob y lesbiana- de unos
viejos amigos (Greta Gerwig, Frances Ha).
Basada
en la novela La
humillación (Random House, 2010), del multipremiado escritor estadounidense
Philip Roth, y prácticamente un monólogo de casi dos horas, la película
dirigida por Barry Levinson (Good Morning, Vietnam,
Oscar 1988 por Rain
Man: el cartel original de The Humbling, que
no es el que ha elegido la distribuidora española, parece casi calcado del de
hace 25 años, en el que aparecían Dustin Hoffman y Tom Cruise) emociona al
mostrar, como en un juego de espejos infinitos, la interrelación entre teatro y
vida, o viceversa, mientras asistimos a los ensayos de una enésima y posmoderna
versión de El Rey Lear.
La sombra del actor
es una película decente que se ve con agrado. La interpretación de Al Pacino
–en lo que alguien ha definido como “el síndrome de la master class”- es su
mejor valor. El hecho, seguramente fortuito, de que en cierto modo comparta
argumento y llegue después de Birdman –
4
Oscar’s 2015 hace que inevitablemente la recuerde (“como un aroma de Birdman en
el aire…).
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