El Sistema de Dinero Electronico,
primera moneda electrónica apoyada por un estado, permite de momento pagar
algunos taxis en Ecuador. “El gobierno de Correa quiere generalizar el empleo
de esta nueva divisa, destinada prioritariamente a los más pobres”, informa
Sébastian Seibt en la página web del canal internacional France 24. “Ecuador se
convierte así en el primer estado del mundo que promueve la utilización de una
moneda ‘desmaterializada’, gestionada por las autoridades públicas”.
Las autoridades de Ecuador quieren
que el Sistema de Dinero Electrónico (SDE) se convierta progresivamente en una
forma de pago complementaria del dólar estadounidense, que es la divisa oficial
desde 2000. La introducción del SDE ha empezado por los taxis: desde el primer
día de febrero de 2015 es posible pagar las carreras en SDE, en todo el país;
para ello basta tener abierta una cuenta corriente en el Banco Central
ecuatoriano y disponer de un smarphone. A partir del 15 de febrero el sistema
podrá utilizarse para pagar otros servicios y hacer transferencias entre
usuarios del SDE. Para finales de 2015 está previsto que se puedan pagar los
impuestos en la nueva moneda.
Al contrario que el “bitcoin” (moneda
electrónica muy cuestionada y prohibida en Ecuador desde julio de 2014), el SDE
lo gestiona el Banco Central y tiene paridad total con el dólar, es decir que
un dólar equivale a un SDE y el cambio variará de acuerdo con las fluctuaciones
del billete verde y no circularán más monedas que los dólares existentes en
reserva.
Pero “sobre todo, el SDE es un
instrumento político. Cuando Rafael Correa presentó el proyecto de moneda
electrónica, en enero de 2014, lo definió como una herramienta de justicia
social”. Y, según el Banco Central de Ecuador, «en un país donde el 40% de la
población no tiene acceso al sistema bancario, será la herramienta ideal para
reducir la exclusión financiera”. Porque la nueva moneda electrónica va a
permitir que los más desfavorecidos puedan abrir una cuenta, sin tener que
pagar los gastos de gestión habituales: para ello basta responder a tres
preguntas enviadas por sms a través del teléfono móvil, dispositivo con el que
cuenta más del 90% de la población del país. “El gobierno tiene prevista
también la posibilidad de enviar las preguntas en quechua, lengua que habla una
gran mayoría de los ecuatorianos más pobres”.
Según algunos economistas se
trataría también de abaratar los gastos del estado y caminar progresivamente
hacia una “desdolarización” del país. Diego Martínez, economista y consejero
del presidente Rafael Correa ha dicho en declaraciones al canal estadounidense
CNBC que “Ecuador gasta tres millones de dólares cada año en cambiar los viejos
dólares usados por billetes nuevos; un coste que se podría reducir
considerablemente si la población pagara la mayoría de sus gastos por
teléfono”. Otros, como el economista estadounidense Lawrence White, piensan que
el gobierno ecuatoriano persigue acabar con el dólar como divisa oficial:
"La única razón económica válida para que el estado cree su propia moneda
es la ‘desdolarización’ del país”, ha escrito en el blog Free Banking.
“Queda por saber –escribe el
periodista de France 24- si los ecuatorianos acabarán teniendo la misma
confianza en el SDE que la que tienen actualmente en el dólar; de momento,
6.000 personas, de una población de 15 millones, han aceptado probar la nueva
moneda”.
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