martes, 7 de octubre de 2014

Dos periodistas franceses llevan dos meses detenidos en Papuasia.



El 6 de octubre de 2014 se han cumplido dos meses de la detención en Papuasia occidental (Indonesia) de los periodistas franceses Valentine Bourrat y Thomas Dandois. Fueron detenidos en agosto cuando efectuaban un reportaje sobre los movimientos separatistas locales (en 1969 el país quedó a anexionado a Indonesia). Habíam entrado con un visado de turistas y están acusados de “trabajar ilegalmente”, informa en Rue 89, desde Yakarta, Phelim Kine, de la organización Human Rights Watch.

De hecho, en la provincia indonesia tienen prohibida la entrada tanto los periodistas extranjeros como las organizaciones humanitarias, oficialmente por razones de seguridad. Los pocos informadores que consiguen visados para entrar son estrechamente vigilados durante todo el tiempo que dura su estancia.

Las fuerzas del orden están siempre presentes en Papuasia, donde son frecuentes las violaciones de los derechos humanos. En agosto de 2014, apareció en el mar, metido en un saco, el cuerpo del militante independentista y pacifista Marthinus Yohame, de 27 años. Sistemáticamente, el gobierno detiene a quienes se manifiestan reclamando la independencia de Papuasia, o pidiendo cambios políticos. Actualmente hay sesenta militantes en la cárcel por “traición” y entre ellos Filep Karma, un funcionario papú condenado a quince años de cárcel porque en diciembre de 2004 enarboló una bandera con la “estrella del alba”, símbolo independentista de Papuasia occidental. El grupo de trabajo de la ONU sobre detenciones arbitrarias ha pedido, en vano, a Indonesia la libertad inmediata e incondicional de Karma.

El informador explica que no es la primera vez que sucede un caso similar de periodistas detenidos, pero que normalmente las autoridades indonesias les expulsan de inmediato. Los analistas locales estiman que ahora se trata de convertir a los reporteros franceses -que pueden ser condenados a cinco años de cárcel y una multa importante- en un ejemplo que “desanime a los informadores de otros países” a acudir a lo que en la zona se conoce como “la isla prohibida”. En julio de 2013, el Ministro de Asuntos Exteriores indonesio, Marty Natalegawa, defendía la prohibición de visado para los medios de comunicación extranjeros culpabilizando de ello a “algunos elementos que en Papuasia quieren llamar la atención de los medios internacionales”.

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