Partiendo del puerto de Aberdeen, en Escocia, tres buzos experimentados participan en una misión de reparación de unos cables situados en las profundidades del Mar del Norte. Duncan Allcock, Dave Yuasa y Chris Lemons son el equipo que en un pequeño sumergible van a efectuar el peligroso trabajo. Cuando el cordón umbilical del mono de Chris cede, la expedición se convierte en una operación de salvamento in extremis.
En 2019, el cineasta británico Alex Parkinson rodó un
documental titulado “Last Breath” (“Ultimo aliento”). Era una historia tan increíble
que seis años más tarde ha regresado con una ficción de idéntico titulo y
argumento, que aquí se llama “Sin oxígeno” (1) y se estrena ahora.
“Sin oxígeno” es un thriller de misterio, claustrofóbico y
de alta tensión protagonizado por Woody
Harrelson (“Fly me to the Moon”, “El triángulo de la tristeza”), Finn Cole (“Peaky
Blinders: Fast & Furious 9”) y Simu Liu (“Arthur”, “Barbie”), que narra la increíble
historia de Chris Lemons, el buzo profesional que tras un accidente quedó
atrapado en el fondo del Mar del Norte con tan solo diez minutos de oxígeno de
emergencia, y a más de media hora de cualquier esperanza de rescate. Mientras tanto,
en la superficie, sus compañeros Duncan y Dave intentan rescatarlo con vida
mientras luchan contra una feroz tormenta.
La historia real en que se basa esta película ocurrió
en 2012 cuando Chris Lemons se encontraba a 100 metros de profundidad en el Mar
del Norte donde debía reparar una avería en un gaseoducto. La terrible tormenta
que se desencadenó en la superficie provocó un fallo técnico que desestabilizó
el barco enviando al fondo la campana en la que había bajado Chris y
perjudicando los cables de alimentación de oxígeno a los que estaba conectado.
Cuando Chris intentaba alcanzar la campana para pedir que le subieran a la
superficie, los cables se cortaron definitivamente.
La historia estaba destinada a terminar mal, pero eso
no fue lo que ocurrió gracias a un milagro al que la ciencia todavía no ha
encontrado explicación. Cuando finalmente consiguieron rescatarle, Chris había
sobrevivido a más de cuarenta minutos
sin oxígeno.
Tensión al límite en una situación de buceo extremo
que ofrece espectaculares secuencias submarinas y celebra el valor de los buzos
que realizan este tipo de trabajos arriesgados.
La película se rodó en Malta durante los meses de mayo
y julio de 2023, contando con un equipo de más de 120 profesionales malteses,
británicos y alemanes. Una de las razones fundamentales para la elección del
país fue que allí disponen de dos enormes tanques de agua, donde se rodaron las
escenas subacuáticas. El realizador Parkinson ha utilizado también imágenes de
archivo de su anterior documental.
En la primera media hora de película, cuando se van
presentando los personajes, queda muy claro lo enormemente peligroso que es el
buceo de saturación y la consciencia que tienen quienes realizan ese tipo de
trabajos arriesgados de que su supervivencia depende del correcto
funcionamiento de un conjunto de dispositivos. También saben que, si falla alguno
de los elementos, se producirá un efecto dominó que hará peligrar su vida.
En general, la crítica ha aplaudido las espectaculares
secuencias submarinas y el valor de los buzos que realizan estos trabajos
abisales, y ha considerado muy artificial la realización y repetitivas las
escenas rodadas en la superficie. En cuanto a los personajes, aunque inspirados
en personas reales y jugados con convicción, no llegan a convencer del todo
(1) “Sin oxígeno” llegará a los cines de Madrid el viernes
29 de agosto de 2025.
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