“Niki”, debut en la dirección de la actriz francesa Céline Sallette (“Casa de tolerancia”, “Las fantasías”), premiada por el Sindicato francés de Críticos de Cine como Mejor ópera prima y estrenada en la Sección Un Certain Regard del Festival de Cannes 2024, narra un período de la vida de la artista Niki de Saint Phalle (nacida Catherine Marie-Agnés Fal), pintora, escultora y cineasta francesa.
La actriz
canadiense Charlotte Le Bon (“The White Lotus”, “Yves Saint Laurent”)
da vida a la artista, con la que comparte no solo el parecido físico: es
también artista plástica además de modelo, periodista, presentadora de
televisión y cineasta. Le acompañan en
el reparto los actores Damien Bonnard (“Pobres criaturas”, “Asteroid City”), John Robinson (“Elephant”, “Aquellos maravillosos días”)
y Judith Chemla (“Une vie”,
“Mes frères et moi”)..
La película, que termina en el momento de la
emergencia de Niki como pintora y escultora integrada en la corriente artística
de los Nuevos Realistas de los primeros
años sesenta del pasado siglo -junto con Yves
Klein, Brancusi, Arman o Jean Tinguely, con quien acabaría casándose por segunda vez en 1971-, recorre el primer matrimonio de la artista con el escritor
estadounidense Harry Mathews, el traslado de la pareja a Francia, el nacimiento
de sus hijos Laura y Philip, su estancia en un psiquiátrico de los que usaban terapias
de electrochoques y aislamiento, y sus primeros trabajos de collages.
“Niki” (1), película que narra un período muy
preciso de la vida de la artista Niki de Saint Phalle, gira en torno al trauma que arrastraba, víctima
de incesto en su infancia. Dividida en tres capítulos, comienza en los años de 1950
cuando la pareja se marcha de Estados Unidos. La joven realiza esporádicos
trabajos de modelo y papeles de actriz, pero sus demonios aparecen por la noche
y cae a menudo en la depresión.
“Quería –ha dicho la directora- que la
película contara la historia antes de la historia. ¿Cómo una joven madre de una
familia aristocrática se convirtió en una de las artistas más poderosas de un
siglo? Quería contar la historia de la dominación: cómo se libera de ella y a
qué precio. Una flor creciendo sobre un cadáver ».
Niki de Saint Phalle realizó sus primeras
pinturas-performance – Tiros- en 1961, disparando con carabinas sobre unos
espectros blancos de los que brotaban los colores que escondían en pequeñas bolsitas.
En 1964, mientras las máquinas de Tinguely se ponían en movimiento en el
atelier que compartían, Niki daba vida a sus Nanas, las esculturas feministas
realizadas en papel encolado y resina (2). A partir de la década del ’70 trabajó
en fantásticas instalaciones monumentales como el Giardino dei Tarocchi (El
jardín de los Tarots), representando a los arcanos mayores del Tarot, instalado
en Garavicchio, en la comuna de
Capalbio, en Toscana, o la Fuente Stravinsky, junto Centro Pompidou en
Beaubourg, París.
Ninguna de las
obras de Niki de Saint Phalle aparece en la película por una cuestión de
derechos de autor. “Pero, de todas maneras –explica la realizadora- el tema de
la película es cómo el arte transforma, no lo que produce”.
(1) “Niki” estará en los cines de Madrid a partir del próximo
viernes 22 de gosto de 2025.
(2) Organizada por el Centro
Pompidou (cerrado por obras hasta 2030), la exposición "Niki de Saint Phalle, Jean Tinguely, Pontus
Hulten" puede visitarse en el Grand Palais parisino hasta el 4 de enero
de 2026. Inicialmente director del Museo de Arte Moderno de Estocolmo, Pontus Hulten –defensor de una visión anarquista
del arte y del museo como lugar de libertad y diversión- fue el primer director del Centro
Georges-Pompidou. El encuentro de los tres “fue un auténtico catalizador de
energía para el trío, que supo arriesgarse y realizar sus utopías
artísticas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario