“Una carta de amor a la isla de Tenerife (donde creció Razzak), una exaltación de la libertad infantil de la que se disfrutaba en tiempos analógicos y una reflexión sobre las contradicciones del género humano” (Cineuropa.org).
“Matar cangrejos”, la película del canario Omar Al Abdul Razzak (Omar Razzak Martínez, “La prima cosa”, “Todo un futuro juntos”, “Paradiso”), que consiguió la Biznaga de Plata a Mejor Película y el premio a la Mejor Actriz Protagonista para Paula Campos en el pasado Festival de Málaga (en la seccion ZONAZINE), es un relato con tintes autobiográficos que cuenta la historia de dos hermanos, en el Tenerife de los años 1993, cuando Michael Jackson visitó la isla.
Los protagonistas son los niños Paula Campos y Agustín Díaz; otros personajes son Sigrid Ojel, Nino Hernández y varios actores más no profesionales
de la isla de Tenerife.
Rayco, un niño de 8 años, y su hermana Paula de 14, matan el
tiempo como pueden mientras esperan ansiosos la llegada de Michel Jackson
Tenerife. Su madre (Sigrid Ojel), que se gana la vida en un parque
temático retratándose con los turistas,
vestida con el traje regional, acompañada de dos vistosos loros, no dispone
de mucho tiempo para atender a los niños, y
con ser elegida para recibir a la estrella en el aeropuerto. A su abuela
- papel que interpreta la abuela real de
la joven actriz- le han anunciado el desahucio. De pronto, la madre se ha quedado embarazada de una
especie de hippy holandés, con el que
había llegado a formar una especie de failia, lo que podría cambiar la vida de los tres
antes de que el cantante llegue a la isla.
La llegada de Michael Jackson a Tenerife, que coincidió con
un momento de llegada masiva de pateras, cuando el paro alcanzaba al 25% de los
trabajadores de la isla, fue un acontecimiento que causó gran expectación.
Representaba un mundo inalcanzable para esa gran parte de la sociedad que no
tenía como ganarse la vida. Como sugiere el título de esta película, « Matar
cangrejos habla también del final de una forma de vida que llegó en el momento
en que Tenerife dejo de ser un asunto local empezó a ser un asunto de turistas.
El Tenerife de “Matar cangrejos”, un paraíso soñado, es el de
los recuerdos de infancia del realizador, Omar Razzak: un lugar en el que, como
en muchos otros, se ignoró la Ley de Costas y se construyó una enorme cantidad
de edificios “grises y feos, monstruos grandes y sin personalidad”, para acoger
a un turismo low-cost que se renovaba
constantemente.
Casi dos horas de lo que igual
podría ser un documental nostálgico, en las que el espectador tiene la
impresión no solo de haber visto una película sino también el retrato entrañable de una familia,
de haber vivido una experiencia notable,
especialmente por la espontaneidad del trabajo de los niños: Paula forma parte
de una pandilla de adolescentes aburridos que se dedican a pasear en moto y
gritar insultos a los aviones que llegan cargados de turistas, mientras que
Rayco encuentra lo más parecido a la figura paterna que busca en un viejo
pescador alcoholizado que vive rodeado de palomas.
En una entrevista durante el
Festival de Málaga, el director Omar Razzak declaraba que echa de menos la
libertad de su infancia tinerfeña: “Yo
de adolescente salía de casa por la mañana, cogía la guagua con un colega y
regresaba de noche, y no se preocupaba nadie, ni estabas pendiente del tiempo.
Ahora el teléfono móvil nos controla (…) La película está asentada en
contradicciones continuas: el negro que viene de Estados Unidos pero no es
negro, los negros verdaderos que llegan luego en condiciones bastante peores…
En lugares coloniales se produce un efecto de identificación con el
colonizador: no lo quieres, pero en realidad deseas ser como él”.
(
(1) « Matar cangrejos » se estrena en
Madrid el viernes 26 de mayo de 2023.
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