Mossack
Fonseca, el despacho panameño de
abogados de donde salieron los documentos de los « Panama Papers » en
abril de 2016, ha anunciado que para finales de marzo de 2018 habrán dejado de
funcionar todas sus actividades mundiales, según ha informado el Consorcio de
Periodistas de Investigación que destapó el escándalo. El célebre gabinete, especializado en la creación de sociedades pantalla
en Panamá y en una amplia red de paraísos fiscales en el Caribe y Asia, ayudaba a
dirigentes políticos, millonarios y celebridades a evadir sus obligaciones
fiscales y a esconderse de la justicia.
En una
declaración que hoy publican los periódicos que reprodujeron los “Panama papers”, investigación que
consiguió el Premio Pulitzer de periodismo 2017, Mossack Fonseca dice que “la
degradación de su reputación, la campaña mediática, las presiones financieras y
las actuaciones irregulares de determinadas autoridades de Panamá, han causado
daños irreparables que tienen como consecuencia fatal el cese total de la
actividad comercial”.
« Los 11,5 millones de documentos
que salieron de sus oficinas y fueron enviados al diario alemán Süddeutsche
Zeitung a través de un remitente
anónimo que se escondía tras el pseudónimo de John Doe –escriben
hoy en el diario francés Le Monde-
sirvieron de base para una investigación periodística de una envergadura
desconocida: 109 medios de 76 países en los que 400 periodistas de todo el
mundo trabajaron juntos durante cerca de un año. Los archivos y documentos
confidenciales de Mossack Fonseca (actas jurídicas, facturas, correos
electrónicos, etc.), que cubrían el largo período que va de 1977 a 2015,
permitieron sacar a la luz un amplio sistema de ocultación de activos, creado
por la firma panameña con ayuda de intermediarios internacionales (bancos,
abogados…): 214.000 sociedades pantalla que hasta entonces habían permanecido
mayoritariamente invisibles para las autoridades. La onda de choque fue
mundial, propiciando investigaciones fiscales y judiciales en cadena en
numerosos países, entre ellas las de los de los primeros ministros de Islandia
y Pakistán”.
En febrero de 2017, la policía
panameña detuvo a los dos fundadores del despacho, Ramón Fonseca y Jürgen
Mossack, como sospechosos de un blanqueo de capitales relacionado con el
escándalo de corrupción en el grupo brasileño
Odebrecht. Quedaron en libertad dos meses más tarde. Fonseca y Mossack crearon el gabinete de
abogados fiscalistas en 1977, cuando bajo la dictadura de Torrijos el país
estaba “gangrenado por la corrupción y el dinero sucio”: Un despacho asesor que,
aprovechando la inviolabilidad del secreto bancario y la fiscalidad cero del
país, prosperó ofreciendo la creación de sociedades offshore.
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