« Robert Guédiguian regresa con un largometraje que conecta de nuevo con el espíritu comprometido, aunque ligero, de sus primeras crónicas marsellesas en forma de fábulas » (FranceInfo Culture).
Creo que somos muchos los espectadores que hemos aprendido a encariñarnos con la ciudad de Marsella en las películas del realizador Robert Guediguian ("Las Nieves de Kilimanjaro”, “Marie-Jo y sus dos Amores", “Marius y Jeannette”, "Gloria Mundi", “Qué la fiesta continué”) que tan bien conoce sus mejores rincones.
De nuevo, el largometraje que hace el número
veinticuatro de su carrera, “Mi querida ladrona” (“La pie voleuse”), está protagonizado
por la misma troupe de los anteriores,
encabezada por su inseparable Ariane Ascaride ( “La villa”, “Gloria Mundi”, “Que
la fiesta continúe”, ganadora de la Copa Volpi, y Premio a Mejor Actriz tanto
en Seminci como en los Premios César, entre otros galardones). Completan el
reparto Jean-Pierre Darroussin (“Las nieves de Kilimanjaro”, “El corazón de los
hombres”, “El teorema de Marguerite”) y Gérard Meylan (“La villa”, “Las nieves
de Kilimanjaro”, “Gloria Mundi”) .
Cine siempre social y melodrama con tintes de
comedia, “Mi querida ladrona” - “película
menos revolucionaria que propiamente utópica” (Critikat)- transcurre en el peculiar barrio de
L’Estaque, un poblado pesquero francés al oeste de Marsella, ciudad natal del
director. Ariane Ascaride interpreta a una cuidadora de ancianos que se dedica
a cometer pequeños robos para poder costear las lecciones de piano de su
nieto.
María trabaja como asistente
domiciliaria para personas mayores. María va de una casa a otra arrastrando su
carrito de la compra por las calles siempre en cuesta. .Su sueño es ver a su nieto convertirse en un
gran pianista. Para pagar el piano, roba aquí y allá pequeñas cantidades de
dinero a las personas que cuida con devoción. Hasta que un día la acusan de
abuso de ancianos vulnerables...
Las
variadas torpezas argumentales –cuento moral y drama sentimental en el que la
falta de dinero para alcanzar sus objetivos es la mayor preocupación de los
personajes- y los interminables tópicos
se encargarán de que “Mi querida ladrona”
(1) no pase a engrosar la lista de las mejores obras de su autor - en España,
Guédiguian, ha sido galardonado con el Premio Especial del Jurado del Festival
de San Sebastián y la Espiga de Plata en la Seminci. También posee el premio de
la crítica de la Academia de Cine Europeo-, y de que pase a ser un relato del
montón que alcanza incluso tintes caricaturescos, a pesar del encomiable
trabajo de sus intérpretes.
(1)
« Mi querida ladrona » está en los cines madrileños a partir de este
viernes 25 de julio de 2025.
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