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Tras ser proyectada en
los festivales internacionales de Sundance, Berlín y Seminci, además de participar
en otras muestras menores
(Estocolmo, Hong Kong, Estambuel, Atenas o Zurich), “Breve historia de una
familia” (Brief story of a family), del director chino Lin Jianjie, es un drama psicológico que reflexiona
sobre una historia a la vez universal y singularmente china: la idea de la familia perfecta en
la China posterior a la
política del hijo único centrada en la relación entre el joven Wei, hijo de una pareja de
profesionales aunque la madre ya no trabaje, y su compañero del colegio Shuo, procedente
de una clase social inferior quien, desde que su madre falleció, vive en
una situación problemática con un padre alcohólico.
Los padres de Wei –pertenecientes a la
clase de los “nuevos ricos” -pesar de lo cual no abdican de los roles
tradicionales: el padre que trabaja fuera y la madre ocupada en ”las tareas
del hogar”- se esfuerzan por hacer que Shuo encuentre en ellos la familia
que no tiene. Los acontecimientos irán cambiando, poco a poco, la vida de
todos los personajes, revelando secretos celosamente guardados.
El director Lin Jianjie debuta con esta
emocionante y sencilla parábola sobre un espacio tan complejo como es la
unidad familiar, en un país que durante cerca de medio siglo prohibió a su
población tener más de un hijo (desde 1980 hasta 2016; en la actualidad el
límite está en 3 hijos), desarrollada la mayor parte del tiempo en el
elegante apartamento de la familia de clase media alta de Wei, un desganado
colegial adolescente mimado y con pésimos resultados en los estudios, quien sueña con convertirse en una figura de la
esgrima y vive con su padre, biólogo, y su madre, antigua azafata de vuelo,
encantados de acoger al nuevo amigo de su hijo procedente de una clase
social inferior, tímido y respetuoso, con el que
comparte
los videojuegos, a los que dedica su tiempo libre.
En un entorno que pone de manifiesto
los cambios sociales y económicos que ha experimentado China en el último medio
siglo, “Breve historia de una familia” (1) reflexiona sobre las nuevas
generaciones atrapadas entre el pasado, todavía muy reciente, y el futuro,
las apariencias y el azar que se encarga de precisar la situación social
asignada a los personajes, mayoritariamente hombres y, en todos los casos,
solitarios y poco identificables desde el punto de vista occidental, aunque
muy similares a los de tantas otras películas procedentes que la
cinematografía china viene proponiendo casi desde el invento del cine: las
relaciones familiares, siempre complicadas y casi siempre conflictivas.
Un final abierto ofrece al espectador
la posibilidad de hacer su propia interpretación.
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