"DiCaprio y De Niro son brillantes, pero es la relativamente desconocida Lily Gladstone quien es realmente extraordinaria". (The Independent)
Inspirándose en la investigación llevada a cabo por el periodista y escritor de la revista cultural The New Yorker David Grann convertida en un absoluto bestseller literario con el título “Killers of the Flower Moon, el asesinato de los Osages y el nacimiento del FBI” (1), Martin Scorsese (“Taxi Driver”, “La edad de la inocencia”, “Gangs de Nueva York”, “El lobo de Wall Street”, “El irlandés”), pasados los ochenta años, dirige magistralmente en “Los asesinos de la luna” (no puedo entender los motivos de que en la versión española se haya reducido el título original “Los asesinos de la luna de las flores”) un anti-western sobre los orígenes de los Estados Unidos, centrado en Oklahoma durante los años ’20 y en la tragedia vivida por la tribu amerindia de los Osage.
Muy
rico gracias al petróleo encontrado en sus tierras, el pueblo autóctono Osage fue
prácticamente aniquilado en una sucesión de asesinatos cometidos por los
blancos colonizadores, sobre los cuales se construyó el país y cuya impunidad
ha atravesado los siglos: “Una película terrible sobre el pecado original de
Estados Unidos” (Elisabeth Frank-Sumas, Libération)..
“Los
asesinos de la luna” (2), una historia de crimen y racismo, de “enfrentamiento
de culturas, de una incomprensión mutua… que se repercute a través de los
milenios” en palabras del propio Scorsese, está protagonizada por Leonardo DiCaprio,
Robert DeNiro, Lily Gladstone, Jesse Plemons, Cara Jade Myers, JaNae Collins,
Jillian Dion y Tantoo Cardinal, entre otros. El autor de la novela
original, publicada en 2017, va más allá y considera que tanto su libro como la
película de Scorsese narran unos crímenes genocidas, “la historia de uno de los crímenes más
monstruosos y de las injusticias raciales cometidas por colonos blancos contra
los amerindios por el dinero del petróleo”; así como que la suerte de la tribu
Osage, y de numerosos amerindios de Estados Unidos, han sido “borradas de la conciencia colectiva, eso no se enseñaba
en ninguno de mis manuales escolares”.
Presentada
fuera de competición en el último Festival de Cannes, en la alfombra roja de
“Los asesinos de la luna”, junto al elenco artístico el actual jefe de la
nación Osage, Geoffrey Standing Bear, denunciaba que su pueblo “pero también
los demás pueblos nativos llevan una vida muy dura desde hace quinientos años”
(Estados Unidos tiene en la actualidad 6,8 millones de nativos o autóctonos, el
2% de la población, que desde la llegada de Joe Biden a la presidencia celebran
el 10 de octubre como Día Nacional de loa Pueblos Indígenas).
El
excelente drama rural de casi tres horas y media –que se pasan sin notar- de Scorsese nos devuelve a hace cien años y a
la trágica historia de la tribu de los Osage cuyos miembros fueron trasladados,
por orden gubernamental, desde su Missouri natal a Oklahoma, donde la tierra
era más árida y donde sucedió lo imprevisto: de la noche a la mañana se
convirtieron en propietarios de gigantescos yacimientos de petróleo, acumulando
enormes fortunas de las que se
pavoneaban en los pueblos despertando la envidia de los vecinos blancos sin
escrúpulos, que llegaron a ejecutarlos a
sangre fría o envenenarlos lentamente, y hasta a casarse con sus mujeres con el
único fin de heredarlas.
Poco
a poco, los Osages fueron desposeídos de sus tierras y en muchos casos de sus
vidas. En ese desierto de nuevos ricos,
mansiones lujosas y misteriosas ceremonias indias, un falso amigo de los indios,
William Hale, a quien todos llaman Rey
(King), Robert De Niro (“Taxi Driver”, “El padrino”, “Toro salvaje”, “Despertares”),
un “padrino” de la época, sediento de tierras y dinero, que no respeta ninguna ley y mueve los hilos
para irse haciendo con las riquezas de los indios, casa a su sobrino Ernest recién llegado de las trincheras de la
Primera Guerra mundial –un ingenuo Leonardo DiCaprio (“Titanc”, “El aviador”, “El
Gran Gatsby”, “El lobo de Wall Street”), en el límite de sus facultades, que
lleva a cabo los planes del tío sin saberse manipulado-con una india enamorada
de nombre Molly (magistral Lily
Gladstone, “Walking Out”, “First Cow”, “Algunas mujeres”). Cualquier medio, por
violento que pueda resultar, es válido para llevar a cabo los siniestros planes del cínico King, cada vez menos
discreto en sus actuaciones hasta el punto de que el recién creado FBI decide
investigarle primero, y procesarle después.
(1) Edición inglesa de Crown
Books For Yung Readers.
Edición
española de Random House Literatura.
(2) “Los
asesinos de la Luna” se estrena en la cartelera madrileña el viernes 20 de
octubre de 2023.
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