martes, 25 de mayo de 2021

La Unión Europea cierra su espacio aéreo a Bielorrusia por el secuestro del periodista Roman Protasevich

Detención de Protasevich en Minsk

En su primera reunión presencial celebrada en varios meses, los  27 países miembros del Consejo de Europa reunidos en Bruselas  ayer lunes, 24 de mayo de 2021, decidieron cerrar su espacio aéreo a los aviones bielorrusos como sanción al régimen dictatorial de Alexandre Lukachenko, responsable de desviar el día anterior un vuelo de la compañía irlandesa Ryanair -que hacía el trayecto Atenas- Vilna- al aeropuerto de la capital, Minsk, con la excusa de que había una bomba a bordo y el único objetivo de proceder a la detención del periodista bielorruso disidente Roman Protasevich,de 26 años, exiliado en Lituania desde 2019 y acusado en su país de ser uno de los organizadores de las manifestaciones de agosto de 2020, en las que se rechazó la elección de Lukachenko, en el poder desde 1994,  para un sexto mandato.

 En su comunicado, El Consejo europeo “condena firmemente el aterrizaje forzado de un avión de Ryanair en Minsk (…) como un  atentado contra la seguridad aérea, y la detención por las autoridades bielorrusas de Roman Protasevich”.

 Los gobiernos de Polonia y Lituania ya se habían adelantado a la medida prohibiendo que los aviones de compañías bielorrusas transiten por sus respectivos espacios aéreos. Igualmente, los mandatarios europeos exigieron  al dictador Lukachenko la inmediata puesta en libertad del joven periodista detenido quien, a últimas horas de la noche de ayer apareció en la televisión oficial bielorrusa reconociendo su participación en las protestas del pasado verano y asegurando que está colaborando con la justicia del país.

 Los presidentes de la Unión Europea exigen también la libertad de la novia del periodista, Sofia Sapega, estudiante rusa de la Universidad Humanitaria Europea de Vilna, detenida como él por los servicios secretos de la seguridad de Bielorrusia (KGB), en el avión que les trasladaba a su residencia de Vilna desde Atenas, donde habían asistido a una conferencia de la líder de la oposición bielorrusa  y ex candidata a la presidencia del país, Svetlana Tijanovskaya, exiliada también en Lituania.

 Todo parece indicar que en el avión de Ryanair en que viajaba la pareja iban también miembros del KGB bielorruso quienes, tras la detención de los jóvenes, no regresaron para continuar el vuelo. Al parecer, el propio Protasevich se había percatado de su presencia por lo que, en el momento en que el comandante anunció que iba a efectuar un aterrizaje de emergencia en Minsk, entregó a la joven su teléfono móvil y su ordenador ante el temor de que el anuncio de bomba fuera una estratagema para detenerle .

 Además, el Consejo de Europa ha pedido a la Organización de la aviación civil internacional (OACI) que investigue el « incidente sin precedentes e inaceptable » y ha pedido que « se amplíe en lo posible la lista de entidades y responsables” de Bielorrusia que son objeto de sanciones europeas que en este momento afectan a 88 ciudadanos del país, entre los que se encuentra el presidente Lukachenko, y siete entidades, que tienen prohibido viajar por la UE y a quienes se ha congelado las cuentas bancarias,  por la represión sistemática de la oposición  y por  haber “trucado” la elección presidencial de agosto de 2020.

 

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