“Akira no es una obra de culto por nada (…) es un monstruo porque reunió todo lo que esperaba de un blockbuster en una época en que los reyes de la pantalla se llamaban Spielberg o Cameron: un universo, unos personajes, una estética, una emoción y una filosofía”.
Este viernes, 11 de diciembre de 2020, se reestrena en cines españoles, remasterizada en 4K, la película de animación “Akira”. Dirigida por Katsuhiro Ôtomo (“Steamboy”) y estrenada originalmente en 1988, “Akira”, basada en el manga del mismo título y del mismo autor- publicado entre 1082 y 1990, centrado en lo que iba a convertirse el mundo en vísperas de 2020-, con el paso del tiempo se ha transformado en una película de culto y un referente en el cine de ciencia ficción. Pasó en su día por los festivales de Berlín y Annecy y resultó ganadora en el Amsterdam Fantastic Film Festival.
« Akira » nos habla de un mundo surgido
de una catástrofe, construido sobre las ruinas de un pasado violento. Corre el
año 2019 en la megalópolis de Neo-Tokio, corrompida a consecuencia de la
Tercera guerra mundial que finalizó 31 años antes, y el presente es tan
violento como el pasado, si no más. En medio de manifestaciones políticas y
religiosas, una banda de jóvenes motorizados, encabezada por Kaneda, recorre
las calles de una ciudad devastada. Todo se altera el día que el ejército
detiene a uno de los chicos, Tetsuo, que ha chocado con un niño producto de
experimentos humanos, y le convierte en « preso de laboratorio”: los test
y las pruebas a que le someten le confieren poderes sobrenaturales y muy
peligrosos. Dispuesto a liberar a su amigo, Kaneda se infiltra en las instalaciones
de investigación militar donde Tetsuo se encuentra recluido y se está volviendo
loco. Mientras tanto, uno de los sujetos experimentales del laboratorio anuncia
el despertar del mayor de los secretos, el advenimiento de Akira.
« Akira »,
la película de animación más cara de su tiempo (contó con un presupuesto de más
de mil millones de yens, unos 8 millones de euros actuales), es una denuncia
del capitalismo salvaje que anticipa las revueltas juveniles de los últimos
tiempos, y un referente en la cultura popular japonesa, especialmente por las
temáticas que aborda, entre otras la carrera nuclear y la violencia que se abre
paso en nuestras sociedades,
"Del miedo relacionado con
lo nuclear y el pasado militarista de Japón a la violencia y la inestabilidad
política del archipiélago a finales de los años ‘70 y principios de los ‘8
‘Akira’ ha sabido captar los traumas de un país y convertirlos en una obra
universal », ha escrito la periodista y escritora Stéphanie Chaptal en su
« Homenaje a Akira : la herencia del apocalipsis » (publicado en
2019). De esos traumas, dice un crítico especialista del género, nace la rabia
de los jóvenes protagonistas de « Akira », atragantados de píldoras
de drogas, subidos a delirantes motos, amenazando a las autoridades con sus
poderes apocalípticos y difundiendo el evangelio del cine de animación en la
Tierra.
La
ciencia ficción sigue siendo una manera de contar el presente y anticipar el
futuro. En 1988, cuando se estrenó la película en Japón, Katsuhiro Ôtomo había
conseguido un extraordinario éxito con su manga « Akira ». En un
primer momento no ocurrió lo mismo con la película, que finalmente consiguió
enormes ventas en VH”. El impacto fue tal que popularizó la animación en
Occidente, “ su estatuto de obra cultísima ha dado nacimiento a varias series
de juegos de vídeo y proyectos cinematográficos”. Para 2023 se espera una
versión “en vivo” dirigida por Taika Waititi (“Boy”, “Jojo Rabbit”), con Leonardo di Caprio en el reparto.
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