miércoles, 30 de diciembre de 2020

Deseando amar » de Wong Kar Wai, 20 aniversario


« ¿Cuantas películas como ésta se ven en una vida ? ¿Cuatro, cinco, más, menos quizá? Importa poco, “In the Mood for Love” es única. Ünica como todas las películas perfectas ». (
Pascal Mérigeau- Le Nouvel Observateur)

Es una de las historias de amor mejor contadas nunca. Estamos en el Hong Kong de 1962.  China se encuentra en plena revolución cultural y Hong Kong forma parte de los territorios británicos de ultramar. Chow Mo-wan ( Tony Leung ) y Su Li-zhen (Maggie Cheung)  alquilan el mismo día dos apartamentos vecinos. Por casualidad, descubren que sus respectivas parejas tienen otra  relación, lo que les plantea muchos interrogantes. Cada vez más cómplices, los dos abandonados se acercan …

Originalmente, “Deseando amar” (In the Mood for Love) eran tres historias que sucedían en los años 1960. Finalmente, el realizador optó por dejarlas reducidas  a dos parejas que en realidad son una sola, víctima de un amor herido: la esposa de Chow  y el marido de Su Li apenas son siluetas, no aparecen nunca,  la ciudad ha quedado reducida a una calle oscura, una escalera, un pasillo y unas habitaciones mugrientos… en esos escenarios hay personas que se cruzan y se repiten, como se repiten las frases y los gestos de la pareja.

El título procede de una canción de Brian Ferry, la voz de Nat King Cole enfatiza las dudas de  Su Li-zhen con las palabras de “Quizás, quizás, quizás” y el violín mágico de la banda sonora de  “In the Mood for Love”, el famoso “Yumeji’s Theme” de Shigeru Umebayashi , acompaña en continuo las indolentes citas de la pareja.  El ruido de los tacones, las conversaciones en la cocina común, el rumor de las fichas del Mahjong, la lluvia que golpea el asfalto, el corredor  rojo del hotel…todo junto compone la banda sonora perfecta de una película perfecta, la elegía de un deseo, “una oda a la melancolía de los amores prohibidos”. 

Porque “Deseando amar” es una historia de amor, “un inmenso film sobre la decepción sentimental”, una fantasía y  sobre todo el desenlace de un deseo. Su Li-zhen es una mujer hermosísima, inalcanzable,  que exhibe espectaculares  qibaos, el vestido tradicional chino, con flores, con rayas, con cuadros,   que se pega a su piel  como si se lo hubieran cosido encima, y le cubre el cuello hasta la nuca. Una mujer presa de guardar las apariencias, de respetar un matrimonio ilusorio que se niega a ver desaparecer. Wong es un hombre delicado, enfermo incluso, un escritor de cuentos de artes marciales, un periodista que coge el avión para Singapur cuando la historia de amor, pasajera, se desvanece y que, años después, en Camboya, repite la leyenda de esconder un secreto en el tronco de un árbol.

Empujada por la soledad y la vecindad, a la pareja no le queda más recurso que amarse con un amor  que empieza antes de que lo busquen, un amor respetuoso, hecho de elipsis, constantemente aplazado y perdido de antemano.  “Las miradas se tocan pero no salen las palabras. Maggie y Tony no se quitan ni el cuello ni la corbata. Las manos se rozan mientras los puños se aprietan”. No quieren hacer luz de gas  a sus parejas. No es la historia de un flechazo sino el proyecto de un amor imposible.  Tras las múltiples variaciones sobre el tema de la cita fallida se esconde  un melodrama “abstracto y sofisticado”.

“Deseando amar” es una película que hay que ver como se lee un poema, un verso dulce y triste, con la convicción de entrar en la intimidad de sus personajes, de acompañar la química que hay entre los actores, indispensable para narrar esta sencilla historia de amor hecha de miradas y gestos, de pasión contenida y de tristeza en los rostros.

« El pasado es algo que se puede ver pero no tocar » (Wong Kar Wai)

En los primeros años sesenta, los padres de Wong Kar Wai, que entonces tenía cinco) huyeron del comunismo de Shanghai  para instalarse en Hong Kong. “Desde su segunda película, « Nuestros años salvajes », Wong Kar Wai vuelve sobre los lugares que conoció en su infancia, las habitaciones alquiladas, las conversaciones de los vecinos, las calles desiertas con el asfalto empapado.

“In the Mood for Love », realizada en 2000,  Premio de la Comisión Técnica y Premio de Interpretación masculina en el Festival de Cannes,  dejó sentado que  Wong Kar Wai es uno de los grandes del cine asiático. Comenzó en el mundo del audiovisual como ayudante de producción y en 1982 dio el salto a la pantalla grande: “As Tears Go By” (1988), “Chungking Express” (1994),  “Las cenizas del tiempo “ (1994), “Los ángeles caídos” (1995), “2046” (2004), … “My Blueberry Nights » (2007), película realizada en Estados Unidos que marca el debut de Norah Jones en el cine, “The Grandmaster” (2013).   

 

El tráiler de “Deseando amar” se puede ver en:

https://youtu.be/1inqikzliztk

 

 

 

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