Basada en hechos reales, “Matar a Pinochet”, largometraje de ficción del documentalista y realizador chileno de series de televisión Juan Ignacio Sabatini, es la historia de un grupo de jóvenes que en la primavera de 1986 estuvieron a punto de cambiar la historia de Chile pero lamentablemente fallaron en su intento de atentar contra el dictador Augusto Pinochet. Esta película, que narra uno de los acontecimientos menos conocidos de aquellos años, inauguró la sección oficial del recientemente finalizado Festival de Huelva. “Matar a Pinochet”, coproducción chilena-argentina-española que se estrena el 20 de noviembre de 2020, está interpretada por Daniela Ramírez, Cristián Carvajal, Gabriela Cañas y Juan Martín Gravina.
Adaptación para el cine del libro
“Los fusileros”, publicado en 2007 por el periodista chileno Juan Cristobal
Peña, la historia es la crónica de una guerrilla en chile, un thriller político
centrado en la trayectoria de los componentes del grupo que preparó
minuciosamente un atentado que no tuvo el resultado que se buscaba, sus vidas
personales, sus enfrentamientos a cuenta de las tácticas y de los diferentes
egos.
En la presentación en el Festival
de Huelva, el director ha dicho que “llevaba un
tiempo trabajando en el montaje de la película cuando la sociedad chilena se
volcó en masa (en octubre de 2019) en manifestaciones contra un sistema cruel e
injusto. Finalmente, la ira en las calles no era otra cosa que una sociedad que
lleva 34 años intentado matar el legado del dictador, intentando Matar a Pinochet”. Sabatini asegura
que el atentado contra Pinochet, y en general toda su dictadura, sigue siendo
un tema tabú en el país y “una herida abierta para muchos chilenos”. Para el
productor Carlo D'Ursi,
'Matar a Pinochet' es "una película universal", que habla del
"deseo de librarse de un dictador. Freud decía que para poder ser adulto
hay que matar al padre y Chile tiene como padre en cierto sentido a Pinochet.
Necesita librarse de él, para ser un país moderno".
Para el recuerdo, la crisis de 2019 se desató
cuando el presidente Sebastián Piñera anunció el aumento del precio del billete
de metro en 30 pesos. A modo de protesta, los estudiantes empezaron a colarse
en los andenes sin pagar, la situación fue agravándose, llegando a la quema de
estaciones, saqueos de supermercados y ataques a instalaciones públicas en la
capital, Santiago. El gobierno decretó el estado de emergencia, lo que
significó el despliegue de los militares en las calles y el toque de queda.
Hace escasamente un mes, el 25 de octubre de 2020, el pueblo chileno aprobó en
plebiscito, cambiar la Constitución heredada del régimen de Pinochet.
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