“De mayor seré una persona importante, porque todas las personas
importantes han tenido una infancia complicada” (Anna)
La película “El año que dejamos de jugar” es una adaptación de la novela semi-autobiográfica “Cuando Hitler robó el conejo rosa”, de la escritora británica Judith Kerr, especializada en literatura juvenil, y está dirigida por la realizadora alemana Caroline Link (ganadora del Oscar a la mejor película extranjera en 2003 con “En un lugar de Africa”) e interpretada por la niña Riva Krymalowski junto a Carla Juri (“Blade Runner 2049”), Oliver Masucci (“La sombra del pasado”) y Marinus Hohmann. En la novela, Judith Kerr cuenta el exilio de su familia, de Berlín a Londres, donde pasó el resto de su vida y falleció en 2019, a los 94 años.
Emotivo drama
familiar histórico que cuenta la vida de una niña judía alemana de 9 años, cuya
vida cambia radicalmente con la llegada de Hitler al poder en el año fatídico
de 1933. Hija de un reputado escritor judío, que figura en la lista negra de
los nazis, tiene que viajar siguiendo el exilio de su padre primero a un pueblo
perdido en las montañas suizas, después a París y finalmente a Londres.
Anna tiene nueve
años, le gusta dibujar y visitar el zoo con su tío Julius. De pronto, todo
cambia brutalmente, su padre huye al extranjero, más tarde serán ella misma, su
madre y su hermano, quienes se marchan de Berlín, de una manera que se parece
mucho a una huída. En Berlín quedan todas sus cosas, sus amigos, sus juguetes, entre
ellos el conejo rosa que le regalaron en su cumpleaños, y de alguna manera
también su infancia. Y empieza la nada agradable vida de refugiada.
Anna y su
familia protagonizan una auténtica odisea, llena de momentos de angustia, de
dificultades, de auténtica miseria, y del desconocimiento de las lenguas de los
países, salpicado con algunos destellos de humor, que se agradecen mucho,
provocados por los hábitos culturales de los distintos lugares donde tienen que
vivir y los muchos imprevistos que surgen en sus desplazamientos.
La historia de
Anna, nombre ficticio, alter ego de la novelista Judith Kerr, sería una más de las muchas que tienen como
telón de fondo el Holocausto judío, si no fuera porque con el paso de los años
su autora, alemana huída con su familia de Berlín y residente todo el resto de
su vida en Londres, se convirtió en una gran figura de la literatura juvenil,
especialmente tras la publicación en 1974 de la novela “Cuando Hitler robó el
conejo rosa”, que fue un best-seller
en su día y se ha quedado convertida en un clásico del género.
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