“El artista anónimo” (Tuntematon Mestari), película del realizador finlandés Klaus Harö (“La clase de esgrima”, “Cartas al padre Jacob”), que ha competido por el Globo de Oro 2020, nos cuenta las peripecias del veterano galerista Olavi Launio (Heikki Nousiainen, “Sibelius”, “A la sombra del águila de dos cabezas”), quien obsesionado por el enigmático retrato de un hombre que aparece sin firma en una subasta se empeña en comprarlo, convencido de que es obra de un reputado pintor ruso.
Al mismo tiempo, su hija Lea, a la que lleva años ignorando,
le pide que ayude a su nieto adolescente, Otto (Amos Brotherus, actor y violonchelista, descubierto en la versión
finlandesa de la comedia musical “Billy Elliot”, miembro junto a sus hermanos
del grupo musical Brotherus Brothers ), empleándole
en la tienda durante unos días para hacer unas prácticas que necesita para sus
créditos escolares.
Hasta entonces dos desconocidos, abuelo y nieto emprenden
juntos una investigación para conseguir verificar que sus sospechas sobre la
autoría del cuadro son acertadas. Consultan catálogos, acuden a bibliotecas y
recorren Finlandia siguiendo pistas que finalmente resultan acertadas. El
galerista acaba comprando el cuadro tras pedir un crédito y vender las joyas de
la familia. Para el anciano, demostrar que tenía razón es un reto personal y la
posibilidad de hacer el negocio de su vida al revender la pintura. Olavi piensa
que, tras años de mediocridad vendiendo paisajes para decorar, hacerse con el
cuadro del hombre misterioso puede ser
muy significativo en su larga
trayectoria profesional.
El realizador y el actor son viejos conocidos, en 2000
rodaron juntos “Cartas al padre Jacob”, largometraje premiado por la Academia
finlandesa del cine y aplaudido en toda Escandinavia. “Heikki –ha dicho el realizador-
tiene 73 años y es una suerte trabajar con alguien de su experiencia”.
Incomprensiblemente –porque el arte ignora las fronteras- aquí no estamos muy familiarizados con el cine
finlandés, y es una pena porque las pocas películas que se han estrenado en los
últimos años han sido siempre interesantes. En este caso estamos ante un filme
que habla de la pasión por el arte, de la siempre complicada familia y de las
cosas que nos hemos perdido y después son imposibles de recuperar.
Olavi, el personaje protagonista es un marchante de la vieja
escuela que vive solo en Helsinki, en un apartamento y una galería sombríos donde
los cuadros invaden literalmente las paredes y los libros se amontonan en las
sillas y el suelo. Rechaza las nuevas tecnologías y hace su trabajo con una máquina
de escribir y una calculadora. Olavi resulta bastante patético cuando, cada
mañana, se compra un pastel en la tienda del barrio, pero también conocemos su
aspecto de negociante avezado y de padre egoísta.
A la manera de las películas policiacas, en “El artista
anónimo” se van siguiendo pistas para probar quien es el autor de la pintura
sin firma, en paralelo con el drama familiar y todo apoyado en un fondo musical
de piezas clásicas de Vivaldi, Haendel, Rachmaninov y Mozart, entre otros.
“El artista anónimo” llega a las salas españolas el viernes
23 de octubre de 2020.
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