Drama
autobiográfico intenso basado en la
obra homónima de 1960 del celebrado escritor francés Romain Gary (también autor
de Las raíces del cielo y La vida ante sí),
protagonizado por Charlotte
Gainsbourg (Nymphomaniac, I’m Not There, La ciencia del sueño), Pierre Niney (Frantz, Jacques,
Yves Saint Laurent), Didier
Bourdon (Alibi.com, Un buen año), Jean-Pierre Darroussin (La
Casa Junto al Mar, El Havre) y Finnegan
Oldfield (Reparar a los vivos, Nocturama) y dirigido y
adaptado por Eric Barbier (La
hora del silencio).
Desde su difícil
infancia en Polonia, pasando por el éxodo de su adolescencia en Niza y hasta
sus éxitos como aviador de las Fuerzas Aéreas francesas en África durante la
Segunda Guerra mundial, Romain Gary (pseudónimo de Roman Kacew) vivió una vida,
incluso varias vidas fuera de lo normal,
empujado siempre por una madre sobreprotectora y excéntrica que confiaba en
hacer de él “un gran hombre, un gran francés”. Ese amor ilimitado de su madre
fue también una pesada carga.
“Promesa al
amanecer” (La promesse de l’aube) es un relato casi épico de una patológica
relación madre-hijo –interpretados por Charlotte Gainsbourg y Pierre Niney, decepcionantes ambos, que no logran en ningún momento ese toque de
magia que tiene la novela-, que en ocasiones pierde de vista que la novela de
Gary tiene tanto de real como de fabulación (el tesón de tu madre, o tu padre,
y su permanente invasión de tu vida, pueden conseguir que tú seas ingeniero o
economista pero difícilmente que te conviertas en un gran escritor, aunque se
trate de un escritor hipocondriaco y mitómano, como en este caso).
Con ese aire de estar
siempre de paso que tienen todos los exiliados, el Gary de “Promesa al
amanecer” y la madre de sueños grandilocuentes son dos personajes siempre al
borde de la locura, en situaciones que se resuelven con ironía e incluso humor.
“Lo que podría muy bien sonar a falso no hace más que subrayar la parte
de juego y de teatro que dicta las peripecias de Romain, que parece siempre un
poco disfrazado, un poco demasiado joven y por debajo de lo que vive” (Marcos
Uzal, Libération).
Eric Barbier no es el primer realizador francés que
ha intentado captar todo el espíritu y la verdad que se esconden en la novela
más celebrada de Romain Gary. Antes que él, en 1970, Jules Dassin rodó el mismo
título con su esposa Melina Mercouri y el joven israelí Assi Dayan como
protagonistas.
Igual
que en la novela, la película “Promesa al amanecer” es una historia de amor, de
amor loco materno-filial, apasionado y sacrificado, de la mujer eslava, actriz,
judía y fracasada, persuadida de que su hijo, cuyo destino imagina de continuo,
es un genio que triunfará en aquello que se haga, tanto si decide ser
diplomático y embajador como asesino de Hitler.
Roman Gary se suicidó el 2 de diciembre de 1980,
disparándose un tiro en la boca con un revólver Smith & Wesson calibre 38
(Jean Seberg se había suicidado, con una sobredosis de barbitúricos, el 30 de
agosto de 1979).
No hay comentarios:
Publicar un comentario