jueves, 10 de diciembre de 2015

Un paseo por el bosque


Robert Redford y Nick Nolte, el tiempo no perdona  

Tras pasar dos décadas en Inglaterra, el escritor Byll Brison (*) (Robert Redford), popular entre los lectores anglosajones por sus libros de viajes y divulgación científica, decide iniciar su jubilación con un desafío: recorrer los 3.500 kilómetros del Appalachian Trail, un sendero para excursionistas que une los territorios de Georgia y Maine, y que se conserva en su estado natural (un poco salvaje a veces). Lo que ya de partida es una empresa complicada aumenta sus dificultades cuando el escritor acepta hacer el viaje en compañía de un antiguo amigo, Stephen Katz (Nick Nolte, al que hace muchos años que perdió de vista) quien, ligón inveterado con poca fortuna, pretende escapar así de sus acreedores y vivir una última aventura. El principal problema es que los dos caminantes tienen diferentes puntos de vista sobre lo que puede ser una aventura… y en especial de las aventuras que pueden emprender a su edad.

Esta es, a grandes rasgos, la sinopsis de Un paseo por el bosque (A walk in the Woods), película a caballo entre realidad y ficción, cuento sentimental dirigido por Ken Kwapis (Una aventura extraordinaria , Qué les pasa a los hombres) y completada en el reparto por Emma Thompson, en el papel de la esposa del escritor. Una historia que protagonizan “un par de vejestorios adorables que se tambalean recorriendo un bosque”.

Un paseo por el bosque es un viejo proyecto del propio Redford, que durante diez años acarició la idea de esta película “ecologista” y homenaje a un escritor al que aprecia; la verdad es que tiene momentos en que la pareja de veteranos actores rozan el ridículo, tanto juntos como por separado, y eso pese a que aparentemente es una historia entrañable y no está dicho que la edad tenga que ser necesariamente un impedimento; lo que pasa es que estos dos que se adentran en el bosque están muy cascados.

Precisemos que Redford tiene 79 años y Nolte está a punto de cumplir 75, y que en principio era Paul Newman quien debía interpretar al compañero de viejo, pero su muerte en 2008 obligó a cambiar de planes. Y digamos también que el resultado es, más que cualquier otra cosa, poco convincente y bastante falso; que los actores ponen empeño pero no consiguen hacer brillar a sus personajes de mala comedia de enredo, y que la crítica anglosajona se ha centrado en el patetismo de dos viejas glorias sin capacidad de reacción ante su propia decadencia; más que nada, porque los personajes reales de aquella aventura por los montes Apalaches estaban en torno a los 40 años. “¿Qué hace Nick Nolte en una película apestosa como ésta?”, se pregunta un tal John Patterson en las páginas culturales del diario The Guardian. Está claro que al periodista le importa poco lo que pueda ocurrirle a Redford –quien a pesar de sus inicios y su creación del Festival de Sundance está totalmente identificado con el cine comercial más hollywoodiense, y tiene frases tan poco brillantes como que los libros son “la televisión de las personas inteligentes”·-, pero no se resigna a ver como Nolte, “un actor de la vieja escuela, hace chistes malos de la época de su padre” y enseña un culo blanco. En resumen: un viaje a ninguna parte.


(*) William McGuire “Bill” Bryson, escritor británico nacido en 1951 en Estados Unidos es autor de una decena de divertidos libros sobre viajes (entre los que figura A Walk in the Woods), media docena de volúmenes sobre la lengua inglesa, tres tratados de divulgación científica, un libro de historia, unas memorias y una biografía de Shakespeare.


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