«Es una de esas películas que nos incomodan, que nos hacen ver la vida de otra manera (…) Seas quien seas, saldrás de la sala habiendo crecido, habiendo aprendido y habiendo perdonado » (Allociné, crítica de un espectador)
“Las dos caras de la justicia” (“Je verrai toujours vos visages”) es una mirada a la justicia restaurativa, al diálogo entre delincuentes y víctimas. Una emocionante y sobria película coral realizada por Jeanne Herry. (“Pupille”, “Elle l’adore”, “En buenas manos”) e interpretada por Adèle Exarchopoulos al frente de un excelente reparto de convincentes actores: Gilles Lellouche (“Fumar hace toser”), Elodie Bouchez (“Simone”), Miou-Miou (“Pupille”) , Leïla Bekhti (“Les intranquilles”)…
“Las dos caras de la justicia” (1) es una
ficción muy documentada que pone sobre el tapete un tema realmente novedoso: la
Justicia Restaurativa, un concepto cuyos orígenes se remontan a tiempos muy
lejanos, del que se encuentran rastros en la Torah, la Biblia y los primeros
pueblos de América del Norte. Desde 2014, en Francia, la ley de la Justicia Restaurativa,
enmendada en 2020, ofrece a delincuentes
y víctimas la oportunidad de dialogar en un entorno seguro, con la supervisión
de profesionales de distintas disciplinas y voluntarios de la sociedad civil.
Nassim,
Thomas e Issa, condenados por robos con violencia, se entrevistan con
Grégoire, Nawelle y Sabine, víctimas de ese mismo tipo de delito. También
Chloé, víctima de una violación incestuosa, quiere reencontrarse con su pasado. En el recorrido
que todos ellos hacen hay rabia y esperanza, palabras y silencios, alianzas y
rupturas, confianza recobrada en salas donde hombres y mujeres están sentados
en círculo y van tomando la palabra a medida que sienten la necesidad de contar
su pasado de víctimas o verdugos. Y, al final del camino, quizá, la
reparación que buscaban a través de los sentimientos que afloran cuando, desde
uno u otro lado, se acaba entendiendo que vale la pena escuchar al otro.
(No es
exactamente lo mismo pero esta película tiene un cierto paralelismo con la multipremiada
“Maixabell” de Icíar Bollaín, brillantemente interpretada por Blanca Portillo,
Luis Tosar y Urko Olazabal, entre otros. Y, ya puestos, decir que el título
original en francés, “Je verrai toujours vos visages” es, más o menos, el
slogan de la última campaña de la Dirección general de Tráfico para la
prevención de los accidentes de carretera).
« Me encontraba buscando un nuevo proyecto -ha explicado
la realizadora Jeanne Herry- y un día me topé con un podcast sobre justicia
restaurativa. De entrada, me intrigó, y luego me cautivó (…) Cara a cara, víctimas y agresores pueden
compartir sus emociones y experiencias, y forjar una nueva relación en la que
a veces la empatía prima sobre el miedo (…) La justicia restaurativa se
convirtió de repente en un campo de juego; el escenario ideal para escribir una película impactante, con escenas
llenas de acción psicológica y mucho espacio para el diálogo. Todo lo que me
gusta. Durante mi investigación, una de las personas que
conocí me dijo: “El objetivo de la justicia restaurativa es liberar emociones
a través de las palabras”. Eso era lo que quería dramatizar.Algunos de los
personajes pertenecen a la abogacía o a asociaciones y su compromiso con
la justicia restaurativa parece dar un nuevo sentido a su profesión.
Probablemente sea porque van a contracorriente de nuestro tiempo. Está muy lejos de la histeria de los
debates, las divisiones, los enfrentamientos constantes y la algarabía que
cae como un grifo abierto. Es todo lo contrario: un momento en el que
personas aparentemente irreconciliables pueden enfrentarse cara a cara para
redescubrir la escucha. Y para permitirles volver a ser
protagonistas de su propia vida”.
(1) « Las dos
caras de la justicia » se estrena en los cines madrileños el viernes 8 de
septiembre de 2023
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