« El superviviente de Auschwitz » (“The Survivor”), drama bi
ográfico dirigido por Barry Levinson (“Rain Man”, “The Wizard of Lies”) y protagonizado por un Ben Foster (“Comanchería”, “No dejes rastro”) irreconocible en buena parte de la historia: el actor adelgazó treinta kilos para interpretar al desnutrido boxeador judío polaco Harry Haft (en realidad ese es el nombre que le dieron en Estados Unidos, en realidad se llamaba Hertzko) que sobrevive en los campos nazis de la muerte gracias a la protección de un oficial hitleriano que gana dinero con él, obligándole a enfrentarse en el ring a otros prisioneros.
Basada en una historia real
contada en la novela “Harry Haft: Survivor of Auschwitz, Challenger of Rocky
Marciano” escrita por Alan Scott Haft, el hijo mayor del héroe de esta historia,
cuenta con un casting importante que gira en torno a las distintas etapas de la
vida del personaje: Danny
De Vito (“Colgados
en Filadelfia”), Vicky Krieps “(El hilo invisible”), Peter Sarsgaard (“Jackie”), Saro Emirze (“Bad Banks”), Dar Zuzovsky (“Punch”), John Leguizamo (“Moulin Rouge”) y Billy Magnussen (“La gran apuesta”).
Harry Haft, un boxeador deportado a los 16 años, que
luchó contra sus compañeros en los campos de concentración mientras casi todos
los demás miembros de su familia, a excepción de un hermano, han sucumbido al
horror del sadismo nazi, vive
atormentado por sus recuerdos y por la culpa. Después de la Segunda Guerra
Mundial, intenta en Estados Unidos utilizar peleas de alto nivel contra
leyendas del boxeo como Rocky Marciano para intentar reencontrarse con la mujer
que fue su primer amor en Polonia. “Todo lo que puedes hacer es sobrevivir”, le
dice en un determinado momento Israel, un Danny de Vito en el papel de un famoso
entrenador; exactamente lo mismo que le decía el oficial nazi mientras
explotaba sus a cambio de nada más que no acabar con su vida.
Mientras que seguimos la vida de Harry, siempre
atormentado por la idea de haber sobrevivido mientras los demás iban muriendo a
su alrededor, distintos flashbacks en blanco y negro nos devuelven a la
realidad del Holocausto, y su papel en los campos donde se gaseaban confundidos
cadáveres y hombres, mujeres y niños vivos. Como una necesidad vital, pero también como quizá subconsciente deber de
memoria, a lo largo de toda la película, el protagonista va contando las
experiencias vividas primero a un periodista, después Miriam, quien le ayuda a
buscar a la novia perdida y acaba convirtiéndose en su mujer, y finalmente a su
hijo Alan.
Cuando la película,
producida por HBO empezó a difundirse en el canal de pago por streaming, en una entrevista, el
realizador Barry Levinson confesaba que lo que le animó a dirigirla fue que al
leer el guión se acordó de que, cuando tenía cinco ao seis años (1948-49)
apareció Simka, un hermano de su abuela al que no había conocido hasta
entonces, que se quedó en la casa un par de semanas y compartió habitación con
el niño: “Por la noche, le oía gritar y hablar en una lengua desconocida.
Cuando se marchó, mi madre me contó que había estado internado en los campos”.
« Cuando se piensa en la Shoah de manera
académica –dice Matti Leshem, uno de los productores que tienen el proyecto de
hacer una película sobre Otto Frank, el padre de Anna- se piensa en las víctimas.
Pero la verdad es que la Shoah son también todas esas personas que han vivido
sus vidas después del genocidio. Es el traumatismo de la segunda generación,
pero también de la tercera y de la cuarta ».
(1) « El superviviente de Auschwitz » se estrena
en Madrid este viernes 22 de septiembre de 2023.
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