Imagen Daniel Schludi, Unsplash |
Un juez estadounidense ha condenado a un matrimonio de Michigan a pagar 30.341 dólares (25.807 euros) a su hijo, David Werking, de 43 años, en concepto de daños y perjuicios por haberle tirado la colección de pornografía que llevaba consigo cuando, a raíz de su divorcio, regresó a vivir durante diez meses a casa de sus padres, según la información aparecida en el diario británico The Guardian.
David Werking tenía una colección de películas,
revistas y otras lindezas del porno que,
en el momento de presentar la denuncia, estimó en 29.000 dólares (cerca de
24.000 euros), y que sus padres destruyeron mientras permaneció en su domicilio
de Grand Haven.
David echó en falta las cajas que contenían la colección
al hacer la mudanza cuando dejó el hogar familiar para trasladarse a Indiana. Escribió
un correo electrónico a su padre, preguntándole donde habían ido a parar. La
respuesta fue: « Francamente, David, creo que te he hecho un gran servicio
desembarazándome de todo eso ». Y entonces David presentó una denuncia
contra sus padres.
En una primera sentencia,
dictada en diciembre de 2020, el juez consideró que « no había ninguna
duda de que los bienes destruidos era propiedad de David” y de que “los
acusados han admitido varias veces haber destruido los bienes”. Entonces, los
padres argumentaron que en el momento de los hechos ellos eran los “propietarios”
de su hijo y tenían derecho a deshacerse de sus cosas, a lo que el juez
respondió que ninguna ley, ni jurisprudencia, permite justificar que los
propietarios puedan destruir bienes por el simple hecho de que no les gusten.
Ahora, y tras considerar
las opiniones de diferentes expertos, el juez ha añadido a la condena inicial la
cantidad de 14.500 dólares más (12.300 euros), que corresponden a la minuta del
abogado de David Werking.
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