Julian Assange con uno de sus hijos
El Alto Tribunal de Londres ha concedido a los
abogados que, en nombre del gobierno de Estados Unidos están defendiendo la extradición
de Julian Assange, fundado de Wikileaks, -por “difundir documentos secretos y
confidenciales”, tanto del Pentágono como del propi gobierno- un tiempo
suplementario para que puedan ampliar los motivos por los que la solicitan. La
vista, con las nuevas pruebas que puedan aportar, ha quedado fijada para los
días 27 y 28 de octubre de 2021.
Es el resultado de la apelación presentada después de
que, en enero pasado, la juez británica Vanessa Baraitser negara la extradición
del australiano, de 50 años, ante el riesgo, anunciado, de que pudiera
suicidarse.
Los abogados de Estados Unidos han cuestionado la
fiabilidad del experto que prestó testimonio en favor de Assange, y han pedido
que se haga un nuevo reconocimiento médico del fundador de Wikileaks porque,
según la letrada Clair Dobbin, la jueza « ha apreciado el peso » del
riesgo de que Julian Assange pueda suicidarse si le encierran en una prisión de
alta seguridad en Estados Unidos. Según ella, el psiquiatra Michael Kopelman,
ha reconocido haber engañado a la justicia « escondiendo » el hecho
de que su paciente había sido padre mientras se encontraba refugiado en la
embajada de Ecuador en Londres (donde permaneció más de siete años hasta que,
tras las elecciones, el nuevo presidente Lenin Moreno le retiró la protección y
fue detenido, en abril de 2019, en la misma embajada por la policía inglesa).
Según el abogado de Assange Edward Fitzgerald, el
psiquiatra no reveló la relación del acusado con su abogada Stella Moris, madre
de dos niños concebidos durante el cautiverio de Assange, por la « situación
de acogida humanitaria » en que se encontraba entonces. Morris asegura que
la vida de su compañero lleva “diez años amenazada de forma permanente”.
Julian Assange, apoyado por numerosas organizaciones
de defensa de la libertad de expresión y de prensa, puede ser condenado en
Estados Unidos a 175 años de cárcel por la difusión de más de 700.000
documentos « secretos » de actividades militares y diplomáticas
estadounidenses, especialmente en Irak y Afganistán.
Ante la postura de la justicia británica, la
organización humanitaria Amnistía Internacional (AI) ha reaccionado pidiendo
una vez más su libertad inmediata y sin condiciones , y recordando que debemos
a Julian Assange “revelaciones cruciales de interés público, más de 750.000
documentos confidenciales de Estados Unidos que, entre otras cosas revelan
posibles delitos cometidos por el ejército” en Irak y Afganistán.
“El presidente Obama –dice AI en su comunicado- abrió
la investigación sobre Julian Assange. El presidente Trump formuló acusaciones
contra él. El presidente Biden tiene que abandonar las acusaciones contra
Julian Assange, motivadas políticamente y que han sentado en el banquillo de
los acusados a la libertad de los medios y a la libertad de expresión” .
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