De
« espléndido » ha calificado la prensa especializada el concierto que
el compositor y cantante Paul Simon, de 76 años, dio el sábado 22 de septiembre
de 2018 en el Flushing Meadows-Corona Park, l jardín construido para la
Exposición Universal de 1939 en Queens, el barrio de su infancia en Nueva York
(“a veinte minutos en bici de la casa donde nací”), y que supone no solo el
cierre de su última gira, “Homeward Bound”, sino el adiós definitivo a sus actuaciones en
directo.
Quienes
asistieron al concierto aseguran que al menos un tercio de los espectadores acudían
por primera vez a un recital de Paul Simon, la mitad de uno de los dúos de
folk-rock emblemáticos de los años 1960, lo que dice mucho de la forma en que
su música ha atravesado al menos tres generaciones. Con cazadora negra, camisa
roja y cabellos blancos, dio comienzo al espectáculo con algunas de las canciones
(“America”) que hace medio siglo interpretaba junto a Art Garfunkel, del que
cincuenta años más tarde le separan muchas discordancias amargas, no solo sonoras.
“Tenía
13 años cuando mi padre me regaló la primera guitarra. Era músico y m enseñó
los primeros acordes”. Paul Simon, que piensa seguir componiendo canciones pero
no quiere volver a subir al escenario más que excepcionalmente, se despide
también con un álbum de estudio –“In the Blue Light”-, que hace el número
catorce y en el que revisita diez
títulos emblemáticos de su repertorio a los que en ocasiones ha cambiado la
letra, en todo o en parte, y ha añadido arreglos de jazz o blues.
Ante la envidia que me corroe porque también el tiempo me ha
pasado por encima, ya no asisto a los conciertos y tengo que contentarme con leer la información en los
periódicos de medio mundo, copio, que no plagio, del artículo publicado por
Julien Bordier en L’Express : “Así,
la orwelliana « Pigs, Sheep and Wolves » se
transforma en una balada de Nueva Orleans con el trompetista Wynton Marsalis encabezando la fanfarria (aunque
¿por qué ha reemplazado en el texto “Francia” por “Japón”?); y una formación de
música de cámara se invita en la sublime “René and Georgette Magritte with their
dog after the war”. La elección de las canciones y los temas
(violencia doméstica, amor, inmigración, planeta tierra) es coherente y un eco de
la actualidad”.
Paul Simon, “orfebre de las palabras y de la música” ( Hugo
Cassavetti, Télérama), uno de los
mayores compositores estadounidenses vivos, siempre ha ido un paso por delante.
“En el terreno personal, algunas palabras de
« Some folks' lives roll easy » (1975)
adquieren un sentido desgarrador cuando las
pronuncia alguien con 76 años : “Heme
aquí, Señor/ estoy llamando a tu trabajo/ Sé que no tengo nada que hacer aquí”
(And here I am, Lord/ I’m knocking at your place of business/I know I aint’y
got no business here
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