martes, 22 de agosto de 2017

Bibliotecas ambulantes para los refugiados en Grecia



En inglés, griego, francés, árabe, kurdo y persa, de las Mil y Una Noches a los cuentos de los hermanos Grimm y las novelas de Agatha Christie, más de 1.000 libros recorren las carreteras y las ciudades de Grecia en una furgoneta que hace las veces de biblioteca ambulante, para ofrecer lectura a las decenas de miles de refugiados que se encuentran bloqueados en el país. Se trata de libros enviados por asociaciones de Bélgica, Inglaterra y Líbano, así como oros comprados por Internet con donaciones recibidas para ese fin, informa Culturebox, el informativo cultural diario del canal internacional France 24.

El vehículo efectúa un recorrido semanal por los campos de refugiados que rodean Atenas y los barrios desfavorecidos de la ciudad, «para hacer la cultura accesible a todos», según ha explicado la estadounidense de 25 años Esther Ten Zijthoff, una de las promotoras del proyecto, bautizado como “We need books” (Necesitamos libros). También en el mismo centro de Atenas se ha instalado una biblioteca “fija”, en el local de una ONG internacional que se ocupa de cinco inmuebles donde residen temporalmente mujeres y niños sirios.

Los usuarios de estas bibliotecas son refugiados bloqueados en el país desde 2015, en espera de que se resuelva su solicitud de asilo o de poder reunirse con familiares que se encuentran en otros países de la Unión Europea (UE). Según otra de las fundadoras, la griega Ioanna Nissiriou, ex periodista de 38 años, “We need books” dispone de la mayor colección de libros en persa que existe en la capital griega”, con más de 150 títulos llegados de Afganistán; el volumen más solicitado es “Las mil y una noches”.

La biblioteca dispone también de diccionarios ilustrados y organiza cursos de idiomas, entre otros de árabe y francés.

“Intentando llenar el vacío dejado por la escasez de bibliotecas públicas en Grecia -escribe Culturebox- ese tipo de iniciativas forman parte de una plétora de proyectos solidarios impulsados en el país por la crisis económica y la afluencia de refugiados. En la plaza central de Atenas, la biblioteca ambulante se estaciona entre un camión que distribuye alimentos y un furgón donde están instaladas lavadoras para uso gratuito de los más desfavorecidos”.

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