martes, 1 de noviembre de 2022

“Para entrar a vivir”: casa con misterio muy apropiada para estas fechas


Cinco actores y un camarero, cuyo curriculum no figura en la promoción, son los personajes de “Para entrar a vivir”, película de corta duración (1 hora y 5 minutos) que puede inducir a error ya que muchos recordarán un telefilme de idéntico título, dirigido en 2006 por el catalán Jaume Balagueró, para la serie televisiva “Películas para no dormir”. 

 

En el caso que nos ocupa la dirección es del aragonés Pablo Aragües ( “Vigilo el camino”, “Novatos”), un cineasta acostumbrado a recibir premios en festivales por varios de sus cortos, al alimón con la productora Marta Cabrera (ambos son pareja en la vida real y tienen dos niños). Los cinco actores son la pareja que forman Bárbara Goenaga (“La punta del iceberg”, “Gernika”)  y Gorka Otxoa (“Pagafantas”, “Vaya semanita”), treintañeros  en busca de la casa de sus sueños, la veterana Luisa Gavasa (“Campeones”, “El crack cero”),  como  empleada de la inmobiliaria que les vende un piso “para entrar a vivir”, y otra pareja: la de  Kira Miró “Los abrazos rotos”, “Truman”) y Jorge Usón (“La novia”, “Buñuel en el laberinto de las tortugas”), amigos de los protagonistas que únicamente comparten  con ellos una cena en la casa.

 

Comedia amable con misterio pequeñito: una pareja  de treintañeros cree haber encontrado la casa de sus sueños (este es el lado fantástico de la película, sabemos que ahora, en esa franja de edad, los jóvenes siguen viviendo en casa de sus padres, y que incluso los que en algún momento creyeron había llegado el momento de emanciparse, han vuelto al reducto familiar ante la imposibilidad no solo de comprar, también de alquilar): los salarios no están para tirar cohetes.

 

Pero estamos hablando de una película y en el cine es posible todo. La sorpresa de los nuevos inquilinos llega cuando comprueban que “la casa” es como la madrina de Cenicienta y va cumpliendo todos los deseos expresados en voz alta: desde una guitarra hasta guardar las sobras de un almuerzo en la nevera.  Llega un  momento en que, abrumados, se preguntan si de verdad necesitan tantas cosas, pero entonces “la casa” les obliga a seguir pidiendo.

 

Rodada en tres semanas, casi íntegramente en un piso situado en el centro de Zaragoza, “Para entrar a vivir” (1) habla de una casa con truco, una casa que “deja de ser escenario para convertirse en personaje”, en palabras del realizador  Aragües.

 

(1) “Para entrar a vivir” se estrena en Madrid el viernes 4 de noviembre de 2022.

 

  

 

 

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